Sólo apto para soñadores
Chus Rodríguez
Cosas peores se han visto en el mundo del fútbol, desde luego, pero lo de esta noche se aventura como un mero trámite. Tras caer con estrépito en lo realmente importante, la competición liguera, Antonio Gómez ya piensa en el Celta. Lo dice la convocatoria, con 10 ausencias sonadas: Jacobo, Pedro López, Marc Valiente, Guilherme, Sisi, Nauzet, Rubio, Rueda, Javi Guerra y Keita. En su lugar han subido al autobús (mejor dicho, esta vez al AVE) seis jugadores del filial, con las novedades de Toni y Pablo Gómez, además de los menos habituales en la Liga Adelante.
Sin embargo, hay motivos para ser positivos y pensar que hoy el Real Valladolid puede dar un susto a los pocos aficionados que acudan a Cornellá. El primero y más claro es que un once muy parecido al que hoy dispondrá de inicio el conjunto blanquivioleta fue muy superior al Espanyol hace casi 15 días en el arranque del partido de ida. Si se decantó de lado periquito fue gracias a Teixeira Vitienes, que se cargó el encuentro y la eliminatoria con la injusta expulsión de Jesús Rueda.
Echando cuentas, hoy Gómez podría apostar por Justo Villar, Barragán, Raúl Navas, Jordi, Peña, Jofre, Carlos Lázaro, Jorge Alonso, Antón, Óscar y Calle. La única variación podría ser la entrada de algún canterano o la opción de Javi Baraja en detrimento de Alonso o Lázaro.
El entrenador rival, Pochettino, no ha condicionado su lista a la de Antonio Gómez. Va con todo y no reserva nada. Sólo se han quedado fuera los jugadores con molestias físicas: Dátolo, David García, Duscher, Coro y Chica. Para completar una lista de 19 ha tenido que llamar a cinco chicos del filial.
Dos formas de afrontar una eliminatoria copera. Pese al descanso para algunos, al Real Valladolid no le ha ido en Liga todo lo bien que le hubiera gustado. Ganó al Salamanca pero perdió contra el Rayo. Los catalanes no reservaron apenas nada y han sumado lo mismos puntos, tres, en sus dos duelos de Primera. La gran diferencia es que están a un paso de plantarse en Octavos, y el Pucela a unos cuantos más. Más de uno hemos soñado con el milagro.