Recta final en Mondariz, sesión exigente en A Lagoa

El Real Valladolid apura sus últimas horas en tierras gallegas. Tras disfrutar del viernes libre, algo que muchos aprovecharon para acercarse a Vigo, el sábado ha vuelto la rutina del stage en Mondariz. Tras desayunar, el cuerpo técnico aprovechó para mostrar a los jugadores el vídeo del partido del pasado jueves. Se intuye que había mucho que analizar tras encajar cuatro goles, teniendo en cuenta que al entrenador serbio le obsesiona dejar la portería a cero.

Por la tarde, a partir de las 18,30, la plantilla se ejercitó en A Lagoa más de 50 horas después de su última vez. A excepción de Omar Ramos, que entrenó en solitario el viernes. Al canario se le nota una excesiva limitación física. Algo lógico teniendo en cuenta que no se entrenaba en Tenerife en las mejores condiciones. Es obvio que urge su puesta a punto.

Respecto al resto de jugadores, no hubo grandes novedades. Todos se ejercitaron con total normalidad. Las lesiones están respetando al máximo, algo que se agradece por el ya mero hecho de disponer de una plantilla limitada en número hasta la fecha. Durante el ensayo se pudo ver el habitual ejercicio en tres filas, con centros desde las bandas por parte de laterales y extremos, y uno de los cuatro centrales intentando evitar un posible remate. También se trabajó en dimensiones reducidas, mezclando el balón con un circuito de fuerza dirigido por el preparador físico Dejan Ilic.