Marcos pide "actitud"

Precisamente, ese es el problema que, a su juicio y al de cualquiera que viese la derrota padecida el sábado ante el Atlético de Madrid (0-4), detecta. Al igual que el presidente, que así se lo ha hecho saber durante un cónclave de una media hora.

"Los que estamos aquí no hemos demostrado ser mejores que nadie para creernos nada. Yo llevo quince años aquí y no me lo creo. Si yo no me lo creo, todos los que están aquí tendrán que demostrarlo para poder llegar arriba. Las palabras no valen nada y sí correr y tener actitud", declaró.

Más claro imposible. Un tirón de orejas que surge del dolor que produce a Marcos la imagen que transmite el conjunto vallisoletano en este inicio de temporada.

Un poso pesimista rodea el entorno blanquivioleta, pues las sensaciones no son halagüeñas, dado que, como declaró esta mañana el experimentado capitán, ningún jugador de la plantilla vallisoletana "puede ir con la cabeza bien alta".

"Nosotros no estamos obligados a jugar bien y estoy convencido de que casi ningún aficionado o ningún directivo nos exige jugar bien, pero sí correr. Toda la vida, al equipo que ha venido aquí le daba pereza jugar contra nosotros porque tenían que correr muchísimo y, a día de hoy, vienen a ver lo que pasa", subrayó.

Desde su punto de vista, la garra pucelana se ha esfumado. "No tienen esa sensación de tener que correr siete veces más porque estos van a correr como motos. Ese ha sido nuestro santo y seña durante muchos años y lo hemos perdido", agregó.

El Real Valladolid ocupa la decimosexta posición de la tabla clasificatoria con dieciséis puntos en su casillero, con dos de ventaja sobre la zona de descenso.

Una situación que puede recordar a la de la campaña del descenso Segunda División. Estampas fantasmagóricas, más bien terroríficas que deben desaparecer con juego y resultados.

"Lo que está claro es que esto es una carrera y hay equipos que han partido con ventaja. Nosotros ahora tenemos que apretar los dientes. Esta situación no se la recomiendo a nadie y yo intentaré poner todo de mi parte para que no sea así", aseveró.

"Esta situación sólo se libra ganando y lo tenemos que hacer en el próximo partido, ante el Racing de Santander en El Sardinero, porque luego viene el Barcelona y hay que ser realistas", puntualizó.

Por ello, Alberto Marcos se halla "ansioso" ante este compromiso en el que hay que poner "toda la carne en el asador, para por lo menos venir con la cabeza bien alta", precisó.

Por otro lado, indicó que él mantiene "confianza plena" en el técnico, José Luis Mendilibar, y que va a poner "todo" de su parte para que "pueda seguir adelante".

"Que alguno haya podido perder la fe en el entrenador o en el presidente -Carlos Suárez- no me vale, no quiere decir nada para que no corras. Eso no es excusa", matizó.

También dejó claro que espera que la situación del Real Valladolid mejore, porque, "si no, diría, señores, hasta aquí", señaló.

"Yo ya tengo mi edad (35). Esto lo he vivido como si fuese mío y, si no viera que el equipo puede reaccionar, me iría a mi casa. Esto se soluciona con actitud", sentenció el lateral izquierdo.

Por los micrófonos también pasó Álvaro Rubio, quien sigue siendo duda merced a una pesada lumbalgia mecánica de la que no termina de recuperarse y que le trae por la calle de la amargura.

"No sé si puede ser una lumbalgia o igual es algo más porque se curan en menos tiempo. El dolor está ahí, no se me va y por eso estamos buscando otra cosa a ver qué puede ser. Me he hecho una resonancia y alguna prueba más. Sale que hay un disco un poco afectado, pero para que lleve tanto tiempo y me duela tanto tampoco es", precisó.

Álvaro Rubio recibió ayer tratamiento de ozonoterapia en la zona dañada y no será hasta el jueves próximo cuando se pruebe y se pueda determinar su disponibilidad para el choque del domingo en El Sardinero ante el Racing de Santander

El medio centro del Real Valladolid Álvaro Rubio incidió, por otro lado, en olvidar la derrota sufrida en la pasada jornada ante el Atlético de Madrid (0-4), ya que "queda mucha Liga" y "no" pueden venirse "abajo".

"Está claro que el otro día las cosas no se hicieron bien y fue todo un desastre. Casi es mejor cerrar página y no analizar nada, mirar hacia adelante, trabajar bien porque tenemos un partido muy complicado en Santander", reflexionó.

El riojano no encuentra explicación a la crisis de juego y resultados que acumula el equipo, con dos derrotas consecutivas. "Por una cosa o por otra no está saliendo y ha que intentar volver a lo de antes. Si los supiésemos, ya hubiésemos puesto los medios", dijo.

A su juicio, la derrota ante el Atlético de Madrid ha sido "un palo" para toda la plantilla del que "es difícil sobreponerse".