Los valientes de Donosti

En un horario infernal, un lunes por la noche, apenas 100 aficionados de la Real Sociedad animaban a su equipo. Otro día, la grada se hubiera llenado de txuri-urdin que seguro hubieran pasado todo el día disfrutando de la ciudad.

Aún así, encontramos unos cuantos 'valientes' que por unas cosas u otras han venido desde Donosti al partido. Como el grupo formado por Amaya Charro, Santi Zabaleta, Antonia Mateos e Iñaki 'Richi' que, casualidades de la vida, tenían este día libre y se han venido a conocer Valladolid.

Socios de la Real y de la peña Musti Kaldea -a la que pertenece Balenciaga-, suelen viajar con el equipo, pero esta vez han tenido que venir en su propio coche. "No ha salido viaje, si hubiera sido otro horario en vez de 4 seríamos 50 porque somos 200 socios, pero la gente trabaja, tiene niños... no pueden venir", explica 'Richi'. "La ciudad ha perdido mucho, seguro", apunta Antonia. Aún así, ellos han hecho turismo y aseguran "nos ha gustado mucho y la gente ha sido muy amable y eso que íbamos con nuestras camisetas", dicen. Se vuelven después del partido, por lo que calculan que serán las 3 de la mañana cuando lleguen a casa, y mañana, a trabajar.

Aunque no ha sido su caso, porque tenía la semana libre, Estitxu coincide con que "no es un horario bueno para poner un partido". Ella ha salido de trabajar el fin de semana a las 8 de la mañana y se ha venido en coche con su pareja porque tienen una amiga vallisoletana. También son socios y suelen desplazarse a algún encuentro. "Aquí sí habíamos venido más veces, pero al fútbol nunca", explican. Ya saben lo del 'estadio de la pulmonía', por lo que vienen bien "concienciados" y abrigados, ataviados con los colores de su equipo. Se quedan a dormir en un hotel donde les han dicho que había más aficionados. Pronostican un 0-2... que aciertan, aunque no tuvieran en cuenta los goles blanquivioletas.

Pedro Gómez de Juan vivió muchos años en San Sebastián, y de ahí le viene su afición, y su amigo, Teófilo Valverde Moreno es "de cuando era niño y era la época dorada de la Real". Ahora vienen de Ávila y Segovia, exclusivamente a ver el partido.

"Si hubiera sido en domingo, hubiéramos venido con las mujeres a pasar el día también". Aún así, Teófilo viene con su hijo Christian al que le ha inculcado el amor por los colores desde bien pequeño "incluso cuando estaba en Segunda y a pesar de estar rodeado de madridistas y culés", apuntan.Tienen unos tres cuartos de hora de viaje. Se irán con el pitido final porque mañana madrugan.

Todos se irán de vuelta con la idea de que podían haber sido muchos más, apoyando a su equipo. Los vallisoletanos también piensan lo mismo: podían haber venido más y la ciudad también hubiera ganado. Son los "daños colaterales" de los horarios de la Liga.