Del Mini Estadi al Camp Nou en 368 días

El miércoles 16 de mayo de 2012, el Real Valladolid jugaba en el Mini Estadi obligado a ganar para mantener el pulso del ascenso directo contra el Celta. El gol de Carmona obligó a remontar a los de Djukic, que a falta de 10 minutos todavía perdían. Óscar y Alberto Bueno certificaron la remontada.

Exactamente un año y tres días después, el Pucela vuelve al barrio de Les Corts, pero no para visitar el campo del filial ante unos 5.000 espectadores. Hoy toca jugar en el grande, en el escenario Champions, en Primera, salvados y contra el campeón de Liga. En las gradas, más de 60.000 aficionados. Todo esto y solo ha pasado un año. No hay mejor ejemplo para valorar lo que ha conseguido este equipo.

Ganar sigue siendo muy difícil, pero está claro que sí algo más fácil que cuando los de Villanova se jugaban el tipo para mantener las distancias con sus perseguidores. Proclamados ya matemáticamente campeones de Liga, su objetivo es alcanzar los 100 puntos para poder presumir de números en tiempos futuros. No está Messi, pero sí once jugadores que serían deseo de cualquier equipo del perfil del Pucela. Cesc o Villa volverá a buscar la reivindicación en una irregular temporada a título personal.

La ausencia por sanción de Rukavina, obliga a Djukic a cambiar el once que ganó al Depor y ató la permanencia en Zorrilla. El charro, ex canterano culé, jugará en el lateral izquierdo y Mikel Balenziaga se desplazará al costado derecho. Además, Ebert es baja por un proceso gripal que le ha dejado K.O. y será Omar Ramos el que le sustituya.