Busca un rayo de luz

La duda es, ¿está Óscar González para ser titular?; Juan Ignacio tiene claro que todos los que viajan están para saltar al verde de Vallecas de inicio, pero, es el mensaje que tiene que enviar a los suyos y al rival. Por esa regla de tres Rubio hubiese sido titular frente al Sevilla. El riojano es otra de las caras positivas de las últimas horas de trabajo de los pucelanos. Llegó al domingo recuperado de una rotura de fibras y acabó el choque con unas molestias en el tobillo. El cuerpo técnico que le ha guardado y resguardado para que pueda estar frente a los de Paco Jémez. Pero es otro que no se sabe si está para 90, 45 o 20 minutos. Con que pueda disputar diez a su nivel, merece la pena contar con el riojano, brújula en el milagroso empate de la última jornada.

Pero es una incógnita más que se desvelará hora y media antes del arranque del partido. A fin de cuentas, las bandas, la pareja de baile en el centro de campo y el acompañante de Javi Guerra está por verse. La portería y la línea defensiva parece asegurada pese a no estar de sobresaliente ni de notable. Pero los problemas reales están en otras líneas. Intocable Ebert siempre que su cuerpo responda, las miradas apuntan a un tunante Omar Ramos que podría se reemplazado de inicio por Rama o por Bergdich, pese a que el franco marroquí fue sustituido al descanso del duelo frente a los de Emery. Manucho, obsesión del trabajo semanal del Rayo, puede ser la pieza clave del partido. De él depende un fútbol u otro del Real Valladolid. 

El rival llega embalado. Cuesta arriba y con cadencia de la buena. Dos victorias, seis puntos y en la zona templada de la clasificación. Pero saben en la calle del payaso Fofó que una derrota les vuelve a poner alerta. Por eso quieren dar un salto que no sería la primera vez que es definitivo estando en la jornada 10, una de esas que marca un ciclo de la temporada. También con lesionados y eufóricos por el zapatazo victorioso de Gálvez en Los Juegos, los de Vallecas quieren jugar con los nervios de un Valladolid, no obligado, pero si necesitado, de ganar y empezar a sumar de tres en tres.