Bienvenidos a Primera
Con el pitido final, se desató la locura, los gritos y las lágrimas, mezcla de nervios y felicidad. Y con la frase de "qué mal lo hemos pasado", comenzó la fiesta en el césped.
Precedidos por abrazos, uno a uno fueron saliendo los jugadores, como en las grandes gestas, como cuando hemos visto por TV los títulos de Liga y de Champions. La gente coreó el nombre de los futbolistas, con especial dedicatoria a Sisi que abandona el club y el público coreó su nombre: "Sisi ¡quedate!"
Los jugadores mantearon al entrenador, quien con el micrófono en la mano, solo dijo: "Lo único que voy a decir es Somos Valladolid", con su ya mítica frase que se ha convertido en el lema del equipo .
El capitán Baraja recordó que "Cuando descendimos en el Nou Camp, prometimos volver y aquí estamos". Sisi recordó a los que ya no están pero también empezaron esto, Caminero y García Calvo, pero sobre todo dio las gracias a sus compañeros porque "lo primero son las personas y son grandes personas". El portero, Jaime, en la misma línea, también les agradeció haber hecho que ésta fuera "la mejor temporada de mi carrera", y animó a la afición a que el año que viene "estéis todos aquí, como hoy". Javi Guerra dijo al público que "sois una afición de Primera" y les animó a cantar "Adiós a Segunda, adiós".
Nadie quiso olvidarse de los que no estaban en el césped pero también forman parte del club: médicos, cuerpo técnico, limpiadores, categorías inferiores, oficinas, personal de la lavandería, de la residencia...Todos los empleados estaban allí representados.Todos compartían la misma felicidad.
Los jugadores corrieron de un lado a otro del campo, saludando a la afición, que no paraba de cantar ¡Pucela, Pucela! y agitaba sus banderas. Saludaron a los fondos, a las tribunas y gritaban "Pucela es de Primera".
Presidiendo en el medio del campo, una tarima que daba la bienvenida a la Liga BBVA. Y todos a la vez subieron ese peldaño que faltaba para llegar a Primera. Y levantaron una pancarta que ponía: Gracias Valladolid. Una canción de los Celtas Cortos puso la melodía a una noche mágica de fiesta.