Algo más que un partido
El Rayo Cenobia Matapozuelos y el Elda Industrial disputarán el próximo 31 de agosto, a partir de las 21.00 horas, en el campo del Nuevo Pepico Amat un encuentro amistoso que servirá de preparación para la próxima temporada y sobre todo, para hermanar a ambos clubes.
La idea partió de Eusebio Pérez Pina, actual vicepresidente del equipo matapozuelano, y nacido en Elda, pero que desde hace dos años contrajo matrimonio con una vallisoletana. Ahora la pareja reside en Matapozuelos y Pérez Pinar se encargó de poner en contacto a las directivas, dada la gran amistad que mantiene con el presidente del Elda, Joaquín Maestre.
Por su parte, el presidente del Rayo, José Antonio Gil Ramos Piro asegura que la idea es que la visita del Elda Industrial tenga lugar para Semana Santa o ya para la próxima temporada. La idea es jugar en el Idulfo Clemente pero de no ser así, ya que es un campo de tierra, se buscará otra alternativa de hierba artificial.
El conjunto morado milita en la Segunda Provincial aficionado y su intención es poder preparar un bloque atractivo que pueda luchar por cotas mayores. Por su parte, el conjunto local disputa la liga de Primera Regional y tienes serias aspiraciones de ascenso a la Preferente.
El club eldense asumirá los gastos de hospedaje de 22 personas de la expedición vallisoletana y la visita al Museo del Calzado y a un outlet, mientras que el Rayo, con su alcalde Conrado Íscar al frente, afrontará los gastos del viaje y la manutención en Elda. Además, el choque servirá para promocionar los productos gastronómicos del municipio de Tierra de Pinares. En especial, del vino Tres Olmos, elaborado por las bodegas Garciarevalo, y que será el patrocinador del viaje y del encuentro. Aún quedan varias plazas libres en el autocar que partirá de Matapozuelos en la madrugada del 30 al 31.
El choque ha levantado una gran expectación en las dos localidades e incluso el concejal de Deportes, Ismael Carreño, se atreverá a jugar unos minutos en Elda. De esta manera, este partido de fútbol va a unir mediante un partido de fútbol la distancia de 555 kilómetros que separa la localidad vallisoletana de la alicantina.
