3-0: Golpe de autoridad

Un duelo de dos equipos valientes, que serias aspiraciones de ascenso -aunque Aberlado se empeñe en quitarle presión a sus jugadores-, que ofrecieron un encuentro intenso, con alternativas en el juego y en el marcador, y que se decidió por la mayor pegada de los vallisoletanos.

Y es que comenzó mejor el conjuinto asturiano, que fue el primero en llegar con peligro al area rival, y que puso en aprietos a un Valladolid que salió con más dudas. Sin embargo, nadie duda de la calidad ofensiva de los blanquivioletas y en especial con hombres como Oscar o Hernández Pérez.

Y fue un pase del salmantino y una genialidad del paraguayo, con control con el pecho de espaldas y vaselina a la media vuelta para superar la salida de Alberto, lo primero que desniveló la balanza. Un gol que terminó por asentar el juego de los locales, y el empuje de su afición frente a los cerca de 3.000 seguidores llegados desde Gijón.

Esa calma se tradujo en una segunda acción, ya a la contra, que comenzó Rubio con un pase a Hernán, para que éste se volviera a inventar un pase, en forma de centro al segundo palo, que Oscar solo tuvo que colocar de cabeza. Un 2-0 que tal vez era demasiado abultado para los méritos de unos y otros pero que ponía a los de Rubi en inmejorable posición para afrontar la segunda parte.

Un segundo tiempo donde el Sporting apretó y por momentos encerró a los locales. Entonces apareció Javi Varas para desbaratar cualquier intento visitante por reducir las diferencias en el marcador. Para colmo, una internada de Omar terminó en las botas de Timor que de golpe suave puso el definitivo 3-0 a diez minutos para el final.

El Valladolid se va hasta los 51 puntos, mete presión a los rivales y coge confianza de cara a la final del próximo domingo en Sevilla frente al Betis, Una de las quince finales que quedan para el objetivo del ascenso.