2-3: Negro panorama

Ambos equipos mostraron muchas dudas defensivas, pero el ataque del Real Oviedo aprovechó mejor la inseguridad de un Valladolid que no pudo nunca sujetar el partido. El Real Oviedo es un equipo dinámico, que se mueve bien en los partidos de ida y vuelta, y con buenos futbolistas en su ataque para aprovechar cualquier error del rival.

El Real Valladolid no solo fue a remolque en el marcador (el Real Oviedo se puso 0-1 y 1-2 antes de descanso para marcar en la segunda mitad, con 2-2, el tanto final de la victoria), sino también en el juego, porque no encontró el aplomo suficiente para imponerse, ni siquiera en el tramo final, cuando el Real Oviedo tuvo unos minutos en los que no supo si guardar el empate o irse a por la victoria.

Linares adelantó a los asturianos en el minuto 12 de partido, en el primer error de la zaga blanquivioleta. Tan solo tres después, un buen pase de Rubio para Villar, permitió al delantero vallisoletano poner de nuevo las tablas en el marcador. Sin embargo, poco duró la alegría castellana, ya que en el 18 un grave error de marcaje en una jugada de estrategia permitió a Toché poner el 1-2 con el que se llegaría al descanso.

En la segunda parte el partido apenas tuvo control. Un ida y vuelta que animaba la grada pero ponía nerviosos a los entrenadores. Así, un contragolpe por la derecha terminó en el remate por el lado contrario del debutante Angel en el empate a dos. Parecía entonces que el reparto de puntos iba a ser el resultado más justo, pero un disparo lejano de Susaeta acabó con las ilusiones locales.

Lo único positivo para el Valladolid fue el debut de Julio y Angel. El primero pudo hacer algo más en el tercer gol y nada en los dos anteriores. El segundo terminó fundido, aunque se llevó el premio del segundo gol de su equipo.