2-1: Una remontada rabiosa
Los primeros instantes se caracterizaron por el excesivo mediocampismo auspiciado por la avanzada presión del elche, Sin embargo, a los diez minutos, el público por fin se levantó de los asientos con una doble ocasión.
El Valladolid amarró una contra llevada por el flanco derecho por Nauzet Alemán, quien lanzó un centro que a punto estuvo de remachar el ariete omnipresente, Javi Guerra. Despejó la defensa y el rechazo volvió a llegar a los pies de Nauzet, que colgó de nuevo. En esta ocasión sí encontró al malagueño, que cabaceó al palo.
Una oportunidad en un mar, un océano de imprecisiones y pérdidas de tiempo. Los equipos de Bordalás bordan el otro fútbol y el Elche hoy no iba ser menos. Aún así, contabilizó un par de ocasiones aisladas llegadas de centros lejanos a balón parado.
Mientras, al Valladolid le costaba destrabar el juego en medio del poblado centro del campo, aunque, cuando lo hacía, generaba más peligro que una despedida de soltero desmelenada. En una estas, Víctor Pérez contó con una doble ocasión que desbarató con acierto el guardameta del bloque ilicitano Juan Carlos.
Notas reseñables de un partido más aburrido que un documental sobre la reproducción del insecto palo. La pelota no se mimaba y el respetable tenía que recurrir a un palmeo flamenco para no dormitar sobre la butaca. ¿Sólo o con leche?
Leche la que se llevó el Valladolid al filo del descanso. Falta lateral, centro y Pelegrín apareció solo para rematar al fondo de las mallas y adelantar a un Elche que había encontrado un suculento premio para el fútbol rácano que había realizado.
Tras el tiempo de asueto, el Real Valladolid tuvo claro que no le quedaba otra que el asedio constante. Acumulación de hombres para buscar la remontada y poner más salsa a un duelo insulso. De este modo, el Real Valladolid encajonó al conjunto ilicitano.
En primer lugar, el trencilla, Lesma López, se "comió" un penalti de Juan Carlos sobre Javi Guerra. Una jugada que enojó a los blanco y violeta. Más bien los enrabietó hasta que Sisi, que recogió un rechazo en la frontal, fusiló al arquero del Elche y se anotó el gol de la igualada. Un tanto que celebró golpeando y señalando al escudo y que patentaba la mejoría experimentada por el Valladolid tras el descanso.
Una presencia en el área intensa que dejó al Elche encomendado a alguna contra aislada. La tuvo en las botas de Ángel, pero su disparo fue fuera, como otro desde fuera del área que a punto estuvo de sellar la remontada.
Aunque ésta no se demoraría. El Valladolid tenía la mirada ensangrentada y no quería que se le escapase una victoria que anhelaba tanto como un cocido con las primeras heladas. Así, y tras varias intentonas, Nauzet botó un milimétrico córner que encontró la cabeza de Marc Valiente. 2-1, y problema solucionado en el minuto 68.
Desde entonces, baño y masaje. El Elche tenía nimios argumentos y el Valladolid controló el envite, o lo que quedaba de el, con suficiencia e, incluso, haciendo más daño a la contra que un recital de Leonardo Dantés. Pese a ello, no materializó las ocasiones que generó y el partido acabó con el 2-1 que hacía justicia a lo realizado sobre el terreno de juego a la conclusión del partido.
Ficha Técnica:
2 - Valladolid: Jaime; Tekio, Valiente, Rueda, Balenciaga; Nafti, Rubio (Bueno, min. 66); Nauzet (Marquitos, min. 84), Víctor Pérez (Baraja, min. 90), Sisi; y Javi Guerra.
1 - Elche: Juan Carlos; Carpio (Perico, min. 65), Héctor Verdés, Pelegrín, Edu Albacar; Palanca (Linares, min. 60), Mantecón, Luque, Flaño; Ruper (Kike Mateo, min. 79) y Ángel.
Goles: 0-1: Min 47, Pelegrín. 1-1: Min. 54, Sisi. 2-1: Min. 68, Valiente.
Árbitro: Lesma López (Comité Madrileño). Amonestó a Juan Carlos, Palanca, Nafti, Nauzet y Verdes.
Incidencias: Estadio Zorrilla. 8.800 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en homenaje al ex jugador burgalés del Real Valladolid Chus Pereda, fallecido esta semana