2-1: A golpe de cañón

Tanto como en el tapiz como en el tapete, el truco para ganar es saber jugar tus cartas. Contra el Tenerife al Valladolid le tocó un póker de mano y pudo perder todas sus ganancias en los últimos minutos ante un rival que siempre creyó en el poder del azar. 

Ni las más opacas caras de sol podrían haber disimulado la expresión blanquivioleta cuando no habían pasado dos minutos y Rueda inauguraba el marcador. El central golpeó el cuero con todo el veneno que tenía en su aguijón, demasiado para un gris Jacobo que no tuvo la vuelta a Zorrilla soñada. El Tenerife recibía de regalo un jarro de agua fría para comenzar un partido cargado de electricidad estática. 

Después de la de arena llegó la de cal para el Real Valladolid. A los 6 minutos, Jeffren tuvo que retirarse del terreno de juego, siendo sustituido por un motivado Alfaro que puso a prueba a su exequipo. Comenzó entonces la sinfonía pucelana. La orquesta de Rubi tocó de oído una melodía que desesperó al Tenerife. Javi Moyano salvó el segundo bajo palos, Alfaro sacó a pasear el balón por delante de la línea de gol y Roger dio un tercer tiro de aviso estrellando el balón en el poste. 

El Pucela tenía las llaves pero no atinaba a dar con la cerradura de una puerta a la que llamó el Tenerife con un cabezazo de Carlos Ruiz que despertó a Varas, un espectador hasta el momento. El toque de atención chicharrero no fue escuchado por el Real Valladolid, que se acurrucaba en su ventaja cuando se desperezaba el Tenerife, que pudo irse al descanso con empate. Valiente puso el caramelo en la boca de Aridane para después quitárselo. El central falló en el despeje de un balón largo pero reaccionó para rebañarle el balón al canario cuando ya se relamía con el gol. 

El conjunto insular recargó sus pilas y comenzó a intentar la escalada. Maxi Pérez bailó solo hasta que contagió a sus compañeros. El argentino puso a prueba los reflejos de Varas y el sevillano aprobó con nota con una estirada. Rubi intentó recuperar el territorio perdido en el centro del campo dando entrada a Timor. Fue precisamente el valenciano el que programó un obús en dirección al palo de Jacobo que no vio venir el segundo gol pucelano. 

Una nueva ducha de agua fría para el Tenerife y un bálsamo para el Real Valladolid que volvió a recomponerse. Álvaro Cervera buscó fe en el banquillo y encontró a Suso y Ruso, dando un nuevo aire a un equipo empeñado en decir una última palabra. La tuvo en la boca, y en la bota, Suso. Su perfecta vaselina la repelieron entre Varas y la escuadra, dando a los tinerfeños un motivo más para creer. 

La última nota la tocó Uli Davila ya en el tiempo de descuento. André Leão perdió el balón ante Suso, que cedió el balón a su compañero para que fusilara a Javi Varas. Era el minuto 90 y apenas quedaba tiempo para que el Tenerife trazara un plan de fuga para unos puntos que se quedan en el bolsillo de un Real Valladolid que enlaza su cuarta victoria consecutiva.

 

2.- Real Valladolid: Varas, Chica, Valiente, Rueda, Peña, Andé Leao, Rubio (Timor, min.59), Jeffren (Alfaro, min.10), Óscar, Bergdich (Óscar Días, min.75) y Roger. 

1.- Tenerife: Jacobo, Javi Moyano, Hugo Álvarez, Carlos Ruiz, Albizua, Vitolo, Aitor Sanz, Maxi Pérez, Guarrotxena (Ruso, min. 70), Cristo Martín (Uli Davila, min. 58) y Aridane (Suso, min.70). 

Goles: 1-0, Rueda (Min. 2); 2-0, Timor (Min. 65); 2-1, Uli Davila (Min.90). 

Árbitro: Areces Franco (Colegio Asturiano). Amonestó a Valiente, André Leao, Bergdich y Alfaro, por parte del Real Valladolid y a Cristo Martín, Aitor Sanz y Hugo Álvarez, por parte del Tenerife. 

Incidencias: Partido correspondiente a la 5ª jornada de la Liga Adelante, celebrado en el Estadio José Zorrilla ante 10.251 espectadores.