Parecía más anecdótico que otra cosa. Valencia, el Real Valladolid, un partido de fútbol...y Hernández Hernández como colegiado. El la decisión del comité técnico de árbitros no provocó revuelo por la acumulación de partidos en unos días, pero en el entorno del Pucela sobrevolaba todo lo ocurrido hace unos meses en Mestalla. La decisión de no evitar el saque de banda del Valencia, que era para el por aquel entonces equipo de Djukic, no fue un error arbitral cualquiera. Fue una permisividad inédita que rozó la prevaricación y que acabó con Hernández Hernández en la nevera. Allí estuvo poco más de un mes, mientras el Real Valladolid persistía en la búsqueda de una justicia que nunca encontró, pese a entender en varias resoluciones que se le estaba dando la razón.
Puede que a Alejandro José Hernández Hernández no le gustase el citado empeño del Pucela. En el Ciudad de Valencia, a pocos kilómetros del lugar del crimen y poco más de tres meses después, el árbitro canario tenía la oportunidad de darle normalidad a su labor de juez frente al equipo blanquivioleta. En el minuto 43 Xumetra se cayó delante de Bergdich y el francotunecino acabó expulsado. No hubo nada. Solo un roce por ganar la posición. El resto se lo inventó el árbitro. Otra vez Hernández Hernández y otra vez perjudicando al Real Valladolid. La gravedad era mayor. Un penalti, frente a un rival directo, con todo el partido por delante. La justicia que no supo imponer el canario la reclamó Diego Mariño, que detuvo de manera magistral el penalti a Ivanschitz.
Antes, el Pucela había tenido un arranque para la esperanza. Arriba Humberto Osorio y Javi Guerra se compenetraban para hacer daño a la zaga levantinista, pero el equipo se fue diluyendo con el paso de los minutos. Babá adelantó al Levante en una jugada absurda con varios errores vallisoletanos, pero Javi Guerra respondió con un golazo más propio del Guerra de Segunda.
Durante el segundo tiempo, el conjunto de JIM aguantó como pudo. El Levante se acercó a los tres puntos, pero no fue a tumba abierta, consciente de que las contras de su ex entrenador les podían penalizar y hacer perder un punto que al final le supo mucho mejor al Real Valladolid.