Omar intenta superar a al jugador del Elche Fidel. FOTOS Andy Céspedes
Omar intenta superar a al jugador del Elche Fidel. FOTOS Andy Céspedes
Omar intenta superar a al jugador del Elche Fidel. FOTOS Andy Céspedes
Fútbol  |  Crónica Elche-Real Valladolid

0-0: Mariño y punto

16 de Septiembre de 2013
Escrito por
Chus Rodriguez

Fue un partido lineal, sin picos de dominio claro y con un Real Valladolid que pudo ofrecer más pero que midió bien los tiempos en todo momento. El arranque fue ilicitano, con un Pucela tímido y un Juan Ignacio desgañitándose en su área técnica. La más clara la tuvo Javi Márquez, apuesta de Escribá después de no haber contado con él en las tres primeras jornadas. La posesión era para el Elche y la superioridad en el centro del campo maniataba a Álvaro Rubio, despistado y a Lluís Sastre, algo perdido. El balear demostró que no era su día cuando regaló un balón a Rubén Pérez, que se la jugó desde muy lejos y se encontró con un acertado Mariño, de lo mejor en los pucelanos. Bergdich y Omar pecaban de poca profundidad, poco asistidos por el bloqueo de la medular, sin bien Rueda se encargaba de achicar y repartir.





El Real Valladolid no irrumpió en el partido hasta el minuto 24, cuando Guerra reclamó protagonismo con un disparo suave a las manos de Mano Herrera. Fue como decir "estamos aquí", porque hasta ese momento la presencia de los vallisoletanos había sido escasa. Hasta el descanso el equipo tocó y movió más que en los primeros compases, pero le faltaba algo. Entre otras cosas, la buena definición que no encontró Guerra cuando se plantó ante Herrera tras un gran pase de Jesús Rueda.





La segunda parte sacó a relucir nervios en ambos conjuntos. Y cansancio. Sudores cálidos y también fríos, sensación de que había mucho en juego. Más incluso para el Elche, que ansiaba conseguir su primera victoria de la temporada. 





El folio de lo previsto se rompió con la lesión de Valiente. Juan Ignacio preparaba a Rama para ingresar en el terreno de juego y se vio obligado a improvisar: Bergdich al lateral y Carlos Peña al centro de la zaga . El equipo no se descompuso. La entrada del albano kosovar reactivó ofensivamente al equipo y desde todas las posiciones no dudaba en probar disparo. Servía para intimidar al Elche, que solo se acercó al triunfo en un intento a balón parado de Albacar. Mariño voló para no tener que recordar la remontada del playoff con Javi Jiménez en la portería.