1-3: Sin encontrar la llave del cerrojo

Los tres puntos se escondían tras una puerta custodiada por soldadas riojanas, pero Valladolid FSF no encontró durante los cuarenta minutos de juego esa llave mágica que la abriera, por lo que los ansiados puntos viajaron a la Rioja y dejan a las pucelanas tocadas con dos derrotas consecutivas en su feudo.

El choque arrancó bajo los parámetros que se esperaban. Valladolid FSF era el dueño y señor de la pista y Diamante Logroño se intentaba parapetar para aguantar la sacudida. Las jugadoras de Paco Mellado movían con soltura la bola de lado a lado de la pista pero sin eficacia alguna. Las riojanas se tenían bien aprendida la lección y basculaban como si de un baile de salón se tratara y cerraban todos los huecos posibles.

El partido era un monólogo local hasta que Diamante, que había estado cocinando su primera ocasión, se puso el mono de trabajo también en ataque. Durante once minutos las visitantes estuvieron estudiando a sus rivales y, en un pase horizontal en el medio del campo, Bea se adelantó a Claudia y encaró el marco defendido por María sin oposición; batió a la portera pucelana por el ángulo corto y asentaba el primer golpe en la moral local. El escaso público que se acercó al Polideportivo Lalo García se miraba con asombro.

No entendían cómo un equipo que no había pasado del centro del campo hasta la fecha, se había puesto por delante en el marcador. La historia se repitió en el minuto siguiente, cuando Valladolid FSF, que había puesto una marcha más, perdió un nuevo balón. Error que no fue desaprovechado por García para poner en franquía a las suyas. Un golpe del que las locales se pudieron reporer rápidamente si la madera no se hubiera cruzado en el tiro a bocajarro de Leti. Una madera también protagonista en el otro área a tres para el final cuando besó el balón lanzado por Martín.

El ambiente entonces se congeló al igual que las ideas pucelanas. Pero como todo en la vida siempre hay una acción o un momento que lo cambia o puede cambiar todo, y ese fue un hombro-mano de la visitante Shioni cuando ya se cantaba el primero pucelano. El respetable, hasta entonces más preocupado en otros asuntos, se envalentonó al igual que el Valladolid FSF que lograba recortar diferencias a escasos segundos del descanso por medio de Fátima, quien batió a una contrariada Jessi de tiro lejano.

Tras el tiempo de resuello, las pucelanas subieron la línea de presión sabedoras de la importancia de lograr los tres puntos y fueron metiendo poco a poco a las riojanas en su área. Una situación con la que Diamante Logroño se encontraba muy a gusto ya que podía volver a usar una de sus mejores armas; el contragolpe. Paco Mellado se desesperaba desde el banquillo porque sus pupilas no encontraban la manera de poner de nuevo las tablas en el marcador y el tiempo corría inexorablemente.

El choque se había convertido en un asedio pucelano pero , unas veces la meta Jessy y otras la buen labor defensiva impedían el segundo pucelano. Las locales no encontraban la llave que abriese el  cerrojo visitante ni por medio de las jugadas individuales ni por medio de las combinaciones. Cada vez eran más los huecos en defensa que dejaban las pucelanas con el consabido peligro por parte de las visitantes. Pero el mazazo no llegó en una temida contra, sino en una jugada desgraciada.

Tras un saque de esquina, el balón acabó en los pies de Bea Martín que a la remanguillé le impulsó hacia la meta pucelana más para quitársela de encima que para crear peligro, con tan mala suerte que en su camino tocó en una jugadora local y María solamente pudo observar cómo se introducía lentamente en las mallas. Faltaban doce minutos y Valladolid FSF necesitaba poco más que un milagro para que los tres puntos y la tercera plaza liguera no se le alejaran definitivamente.

El guión tras el gol continuó siendo el mismo, con igual resultado para los intereses pucelanos. Fátima lo intentaba desde lejos, mientras que Amelia lo hacía con una jugada resultado, aunque el resultado de ambas acciones fue la misma; una buena respuesta bajo palos de Jessy. Al Valladolid FSF le faltaba ritmo en sus circulaciones y eso lo sabía Paco Mellado que desde el banquillo pedía más intensidad y velocidad a las suyas. Pero no era el día de las pucelanas y a ocho para el final, las sensaciones eran que podía caer antes el cuarto de Diamante que el segundo de Valladolid.

Los colegiados volvieron a ser protagonistas a seis para el final al no señalar un clamoroso penalti sobre Leti de Martín, calentando aún más al público y al conjunto pucelano. El muro riojano aguantaba intacto al entrar en los últimos cinco minutos de juego, momento que aprovechó Paco Mellado para pedir un tiempo muerto en el que alentó a sus jugadoras para que se volcaran sobre el área rival en pos de la remontada.

Una de las últimas balas que le quedaban al técnico pucelano era poner a la portera-jugadora, y a tres para el término del choque Leti ocupó esa demarcación. El míster visitante avisaba a las suyas de las jugadas al segundo palo. Un mensaje que Diamante Logroño leyó en las primeras jugadas con una intensidad y movimientos rápidos que impedían las ocasiones locales.

No hubo tiempo para más y por más que las pucelanas lo intentaron desde todas las partes del campo, el marcador no se movió y los tres puntos se alejaron de Valladolid. El conjunto de Paco Mellado despedía la temporada en su feudo con una nueva derrota ante un conjunto que se llevó merecidamente la victoria tras un agotador trabajo defensivo y una impresionante eficacia al contragolpe.

FICHA TÉCNICA

Valladolid FSF: María, Leti, Inma, Claudia y Amelia (cinco inicial) También jugaron Fátima, Jessy, Ro y Carol.

Diamante Logroño: Jessy, Bea, Carmen, Martín y Shiori (cinco inicial) También jugador García y Cris.

Goles: 0-1 (min 11) Bea, 0-2 (min. 12) García, 1-2 (min. 20) Fátima, 1-3 (min. 26) Martín