Inicio de pretemporada marcado por la seguridad del equipo
El Fundación Aliados ha iniciado su pretemporada con la máxima ilusión, a pesar de la incertidumbre que aun existe respecto al inicio de la liga que, a priori está marcada para el 31 de octubre, pero que aun deberá ser aprobada por la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad y los clubes, ya que dependerá de la situación derivada por la pandemia.
Bajo unas estrictas medidas de seguridad -que incluyen la toma de temperatura al llegar al pabellón Pilar Fernández Valderrama, alfombras limpiadoras para las ruedas de las sillas y los pies, uso de mascarillas, dispensadores de gel hidroalcohólico a la entrada y durante el entrenamiento y la pulverización con solución hidroalcohólica de sillas de paseo, de juego y de todo el material deportivo que se utilice durante las sesiones de trabajo, se comenzó la preparación del equipo vallisoletano de cara a la nueva campaña 2020/21.
Cinco jugadores tomaron parte del primer entrenamiento: José Luis Robles, Jonatan Soria, Álvaro López, Maxi Ruggeri y Adrián Pérez, ya que el resto de los efectivos irán llegando en los próximos días, aunque en el caso de Vahid Saadatpoormoghadam será más complejo, debido a los trámites burocráticos, aunque el club confía en que sean resueltos cuanto antes para poder contar con todos los jugadores que vestirán la camiseta morada esta próxima temporada.
Se habían previsto varios encuentros amistosos, pero han sido suspendidos debido a la situación sanitaria que vive el país, por lo que se irá estudiando la posibilidad de celebrar alguno, como piedra de toque para comprobar la evolución de la plantilla. Es decir, que la improvisación también será protagonista en un ejercicio que se presenta con muchas dudas, al existir la posibilidad de que puedan suspenderse encuentros. Esta situación implica que el objetivo va a ser la supervivencia ante una liga complicada, aunque el Fundación Aliados cuenta con un