Fisac: "Me siento como un limón totalmente exprimido"
El abrió la lata y él no sabe como frenar el asunto. Porfi Fisac no quiere hablar más de su futuro pero todas sus comparecencias de los últimos días se centran casi única y exclusivamente en la continuidad del entrenador del Blancos de Rueda. "Es un tema que no me gustaría que fuera como el año pasado, así que la próxima vez que esté con vosotros será para deciros si me voy o me quedo".
Sin embargo, sus palabras no hacen otra cosa sino confirmar su marcha a final de temporada. "Es un problema de cansancio mío personal, no tanto de quejarme de algo o de reprender a nadie. Me siento como ese limón totalmente exprimido al que sigues apretando y ya no sacas más jugo. Esas son mis sensaciones". Y es que Fisac recuerda que son "dos años trabajando seguido si parar, desde verano hasta navidad sin parar y tal vez lo mejor sea parar". Palabras que luego tenían su contradición, cuando se le preguntaba sobre la posibilidad de un descanso. "Quiero seguir entrenando. Ya tuve que parar un año y no quiero hacerlo otra vez. El baloncesto me da la vida".
Un continuo vaivén de un entrenador que recordaba la cantidad de técnicos que están en el paro, y lo dificil que es hacerse un hueco en la ACB. "Lo normal es que termine en Villanueva", bromeó. Una relativa tranquilidad que sólo se alteró en parte cuando se le recordó que fue él quien aireó este tema antes de que el equipo hubiera logrado la permanencia. "Soy así. Sloy castellano y de carácter castellano e igual que me cago en... pues digo lo que creo en cada momento y pido perdón por ello".
Y el sábado, el Unicaja
Si a la lógica relajación que puede provocar el haber conseguido el objetivo de la permanencia tres jornadas antes del final, le unimos el bagaje que pinta al club vallisoletano en sus visitas a Málaga -la última victoria, hace diez años-, y los problemas físicos que arrastra su columna vertebral, la próxima aparición del Blancos de Rueda dibuja un panorama francamente desolador. Así lo entiende Porfirio Fisac, que tiene más miedo que respeto al partido que enfrenta a su equipo al Unicaja este próximo sábado (20.30 horas). "Ha sido una semana complicada y me da miedo no dar la imagen de equipo competitivo en Málaga, donde hay un respeto grande por el baloncesto. Estamos trabajando con sólo ocho jugadores ya que Dumas, Grunfeld, Chase y Van Lacke por lesión e Isaac López por haber tenido familia y que se incorporará en Málaga directamente, no han estado, así que ahora los tres exteriores que tengo son Puyada, Diego García y David Ortega. Espero recuperar a alguno porque si no, llegaremos en condiciones muy limitadas al choque y no me gustaría porque nuestro grado de exigencia deber ser el máximo, señala el técnico.
El último en caer ha sido Fede Van Lacke, que en el entrenamiento matinal del pasado miércoles sufrió un esguince de grado 1 en el tobillo derecho, contratiempo que sin embargo no le impide viajar e incluso jugar el partido. Quien no podrá vestirse es Dan Grunfeld, que no ha podido entrenar por culpa de la lumbalgia aguda que viene arrastrando las últimas semanas. Chase, por su parte, sufrió un esguince ante el Lagun Aro, mientras que Dumas evoluciona lentamente de un golpe sufrido en el cuádriceps de su pierna derecha en el mismo partido. A ellos se ha unido la ausencia, por paternidad, del alero Isaac López.
A todos estos contratiempos se une el rival, que además ha mejorado sus prestaciones en las últimas semanas con la vista puesta ya en el playoff. "Unicaja es probablemente uno de los equipos que va a llegar en mejor forma al playoff. Tiene una plantilla larga y dispone de recursos tácticos y del mejor entrenador de España. La llegada de jugadores americanos al puesto de uno y de dos ha sido constante a lo largo del año pero ahora Dowdell les ha dado la tranquilidad para reconfortar a Cook y dejar de hablar de Cabezas, analiza Fisac, que no duda en poner la mano en el fuego por la profesionalidad de su plantilla. "No he tenido que reprender a nadie en las sesiones por falta de actitud a pesar de tener sólo a seis pívots y dos pequeños entrenando. Se han implicado, el trabajo no está siendo malo, asegura.
El técnico es consciente de que muchos jugadores tienen que seguir demostrando cosas en la Liga ACB, por lo que el grado de exigencia sigue siendo el mismo. "La gran mayoría de nuestros jugadores sabe que su opción de jugar en la ACB es seguir en Valladolid, igual que la mía de entrenar. Muchos de ellos han dado un paso hacia delante y son ambiciosos caso de Dumas, Battle o Van Lacke, pero la ACB es muy exclusiva aunque también la Liga más importante de Europa así que ¿quién no quiere estar ahí?, sostiene Fisac.