88-89: Manual de resistencia para asaltar el Alameda y mantener la imbatibilidad
Oda al baloncesto la que firmaron CB Starlabs Morón y UEMC Baloncesto Valladolid y que rubricaron los morados con un final de otra categoría. Después de levantar una desventaja de 11 puntos y entrar a los últimos 17 segundos tres abajo, un ‘3+1’ descomunal ‘Ice’ Haney y una defensa impresionante sellaron la cuarta victoria del equipo de David Barrio, que se sobrepuso a todas las adversidades habidas y por haber para prolongar la imbatibilidad una semana más (88-89).
Y es que, si de por sí ya tiene mérito ganar en el Alameda de Morón de la Frontera, una de las canchas más complicadas de la conferencia y hogar de uno de los mejores equipos, el cuadro del Pisuerga lo hizo sin Fares Ochi ni Pau Carreño, con un solo pívot y una rotación de ocho jugadores profesionales y después de remar durante muchos minutos una desventaja de 11 tantos. Y con una jugada de muchos quilates, tras un final a cara o cruz precisamente después de caer, quizá injustamente, de idéntico modo ante Movistar Estudiantes. El baloncesto premió el esfuerzo, el carácter y la resiliencia de unas ardillas que dan tremendo golpe sobre la mesa con el cuarto triunfo consecutivo.
Pero a pesar de la victoria, la realidad es que el UEMC Baloncesto Valladolid sigue castigado por un maleficio, la mirada de un tuerto o lo que sea que explique que, una jornada más, no pudo contar con todos sus jugadores profesionales. El día que volvía Pau Carreño a una convocatoria se cayó Mohamed Fares Ochi por unas molestias en el pie sin determinar. Aunque los morados volvieron a demostrar que saben hacer de la necesidad, virtud, y la ausencia del pívot internacional tunecino obligó a un paso adelante general. Dicho y hecho.
Y esto quedó patente desde el inicio. El cuadro castellano salió muy concentrado, intenso y con mucha puntería desde el perímetro para hacerse con las primeras rentas. Primero exiguas y para ambos conjuntos, con alternativas y tras un toma y daca constante, pero después abriendo brecha por primera vez. Dos triples de Pablo Marín, profeta en su tierra, y otros dos de ‘Ice’ Haney, desatado y en un momento de forma excelente, pusieron el +7 visitante (11-18) que provocó el primer tiempo muerto del partido. Mejoraron los de Fede Castelló tras la tregua y encontraron también en el triple una buena réplica para recortar parte de la renta. Los vallisoletanos perdieron algo de fluidez y se precipitaron en algunos ataques, pero lograron anotarse el primer cuarto con una ventaja mínima (20-22).
Desde entonces cambió la tónica general y se tiñó ligeramente de naranja. El segundo triple casi consecutivo del local José Alberto Jiménez volteó el tanteo después de muchos minutos de dominio morado, aunque los visitantes supieron aguantar el parcial y mantener el tipo. Algo más meritorio si cabe, amén del rival en frente y la cancha que visitaban, cuando al inicio del segundo cuarto se retiraba Sam Taiwo con un golpe en la cara, lo cual dejaba a los castellanos sin pívots. Pero en ese contexto apareció Pau Isern para liderar a las ardillas.
El ’9’ del UEMC Baloncesto Valladolid emergió con dos triples consecutivos y otros dos tiros libres para mantener a las ardillas por delante (28-31) frente a un CB Starlabs Morón que comenzó a cargar la pintura, tratando de hurgar en la herida pucelanos. Sin hombres grandes para defender la zona, la solución de David Barrio fue colocar a Iñaki Ordóñez al ‘cinco’ y Juanga al ‘cuatro’, apuesta que resultó y sirvió para resistir hasta el regreso de Taiwo (32-33).
Minutos después de retirarse para ser atendido, el pívot regresó a la acción para contrarrestar el dominio del CB Starlabs Morón bajo los tableros. Con ambos equipos derrochando intensidad, el ritmo anotador se detuvo considerablemente y las defensas imperaron, lo que imposibilitó que ningún equipo pudiera distanciarse del otro hasta llegar al descanso con las tornas igualadas y todo por decidir (41-38).
‘Ice’ decide y rubrica el partidazo de los morados
La primera parte había sido toda una demostración del nivel de los dos equipos, una demostración de deseo, energía y de trabajo defensivo que ratificaba la dinámica y las aspiraciones de moroneros y vallisoletanos, pero el cronómetro jugaba en contra de los segundos. Sin Fares Ochi y sin minutos para Pau Carreño, con el alta médica pero todavía sin poder regresar a la competición, la rotación de David Barrio se reducía a solamente ocho hombres, lo cual suponía un importante hándicap para los dos tiempos que quedaban por disputarse. Y ni con esas claudica el Pucela.
Y en esa pugna, los tiros libres (8/12) y las pérdidas (7) condicionaban el buen hacer general de los pucelanos ante un CB Starlabs Morón que subió una marcha más tras el tiempo de asueto. Liderados por el veteranísimo y clásico Alo Marín, el base inició la segunda parte con ocho puntos consecutivos, dos triples y una canasta al contraataque, para situar a los locales con su máxima ventaja hasta el momento (49-42). +7 en un visto y no visto y al UEMC Baloncesto Valladolid le tocaba ahora cambiar el guion.
No lo logró de manera inmediata, pero sí posesión a posesión, sin hacer ruido. El altísimo nivel defensivo del CB Starlabs Morón espesó los ataques de las ardillas y estos no pudieron encontrar respuesta al ímpetu local. El techo de la ventaja local creció hasta los 11 tantos (58-47), pero ya no subió más y el UEMC Baloncesto Valladolid reaccionó a tiempo para iniciar la remontada.
Ni amedrentados por un fantástico ambiente ni superados por la rotación tan tremendamente corta, los vallisoletanos iniciaron el último asalto con un arreón que metió el miedo en el cuerpo del Alameda. Los de David Barrio igualaron el nivel de contactos de los andaluces y, de nuevo sin hacer mucho ruido y sin un parcial abierto grande, volvieron a colocarse a tiro. 67-62 y un mundo por disputarse, ocho minutos, y tiempo muerto de Fede Castelló. Había partido.
El UEMC Baloncesto Valladolid subió varias marchas en el plano físico y se mantuvo a rebufo, esperando la oportunidad de dar la estacada. La táctica del conejo del mítico Manel Comas, una vez más. CB Starlabs Morón sufrió durante esos minutos, pero encontró oxígeno desde la línea de personal (seis faltas de los morados y cero de los andaluces en cinco minutos de cuarto), sacando rédito del bonus y manteniendo la ventaja. Por la mínima, eso sí, y sin poder mandar a la lona al cuadro vallisoletano, que estuvo a punto cuando se vio 11 abajo.
Aún así, los de David Barrio entraron a los últimos cinco minutos vivos, de menos a más y crecidos a pesar de la corta rotación. A nivel numérico la pelea se igualó todavía más cuando en un minuto cometieron la quinta personal los locales Orlov y Williams, dos de las referencias ofensivas del cuadro sevillano. Sin ellos, los de Fede Castelló sufrieron y encontraron en José Alberto Jiménez su principal estilete, y precisamente quien puso los últimos puntos de los locales. Pero en el bando vallisoletano se vistieron de héroes Iñaki Ordóñez, Pau Isern y el decisivo ‘Ice’ Haney.
El ala-pívot se fue hasta los 19 puntos, el base hasta los 23 y el artillero norteamericano redondeó su hoja de servicios con 17 y los últimos cuatro para la hemeroteca morada. Así, tras muchos, muchísimos minutos remando y a remolque, los de David Barrio recuperaron el mando con el 84-85 tras una exhibición de minutos de un Pau Isern que ha regresado de lesión a un nivel estratosférico. Fue el faro que guió esos minutos críticos, con acciones de mucho talento por parte de ambos equipos que precedieron a un último minuto de infarto y quilates. José Alberto Jiménez, con un triple y un dos más uno tremendo, puso el 87-85 que daba bola al Pucela. Los visitantes erraron y Pablo Marín, en su tierra, fue sancionado con una técnica inverosímil por flopping. El balance, 88-85 y nueva oportunidad para el UEMC Baloncesto Valladolid. Y lo cierto es que los castellanos perdieron la bola, pero CB Starlabs Morón hizo la propio y se reinició el guion pero ya con solo 17 segundos restantes. Y ahí apareción Isaac ‘Ice’ Haney para helar el ambiente de un Alameda diferencial. Un 3+1 del francotirador de Misuri supuso el 88-89 final que terminó de sellar el equipo del Pisuerga con una última defensa sideral.
La cuarta victoria llegó como un premio a la labor coral de un UEMC Baloncesto Valladolid que prolonga su racha de imbatibilidad, que se sitúa 4-0 y que volverá a Pisuerga el próximo fin de semana para recibir a la Cultural y Deportiva Leonesa el sábado 1 de noviembre a las 19.00 horas.
• Ficha técnica:
88 – CB Starlabs Morón: Alejandro Marín (10), Gonzalo Fernández (10), Antonio Burgos (4), Zion Williams (16), Sidnei Correia (4) -quinteto inicial-. También jugaron: José Alberto Jiménez (22), Álvaro Herrera (3), Soulemane Chabi Yo (7) y Volodymyr Orlov (12).
89 – UEMC Baloncesto Valladolid: Pablo Marín (13), Isaac ‘Ice’ Haney (17), Pablo Martín (0), Iñaki Ordóñez (19), Samuel Taiwo (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Jacob Hanna (7), Juan García-Abril (2), Pau Carreño (-), Pau Isern (23) y Lucas Barnes (-).
Parciales: 20-22, 21-16, 22-15 y 25-36 (88-89 final).
Árbitros: Aguilera Mellado, Raúl y Expósito Ruf, Juan Antonio.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Segunda FEB, disputado en el Pabellón Alameda de Morón de la Frontera el sábado 25 de octubre de 2025.




