81-64: El descenso se aleja meridianamente y se acerca a Alicante
No podía cerrar ni arrancar mejor el año el Blancos de Rueda que, en apenas un suspiro, ha convertido las penas en alegrías y las dudas en certezas. Un mes después de coquetear con el precipicio, el conjunto vallisoletano no sólo ha abandonado la etiqueta de candidato al descenso sino que a día de hoy es el más fuerte de todos los que comparten ese tren.
Lo que hace no tanto era un partido del ascenso se convirtió un año después en el partido de la permanencia con idénticos protagonistas, mismos técnicos sobre el parqué, e incluso también un resultado que como la última temporada, le permite soñar con la meta tres meses antes de alcanzarla. Valladolid y Alicante compartían objetivo hace ahora un año y entonces, como hoy, la fuerza del colectivo dio la razón al equipo de Fisac. Un año después, esa misma clave marcó diferencias en su duelo directo.
El arranque mostró las mismas constantes de los últimos envites. Blancos de Rueda impuso el ritmo y con él, tambièn las ventajas en el marcador, ante un rival con un estilo muy definido: intenso atrás y disciplinado adelante, buscando siempre como primera opción a su principal referencia, el lituano Katelynas. Escaso recurso para aguantar las embestidas de un rival que repartía sus posesiones por el perímetro. Dumas fue el encargado de abrir fuego, Chase tomó el testigo en el segundo cuarto e Isaac López llevó la diferencia hasta una máxima de 15 puntos antes del descanso (36-21, con 29 puntos entre los tres).
Enfrente, y a excepción de Katelynas y un inspirado Llompart, Alicante jugó sometido y a merced del ritmo marcado por el Blancos de Rueda, cuya mejor virtud en el último mes de competición sigue siendo administrar minutos y rendimiento entre sus jugadores disponibles.
Sin rastro de Stojic, los de Óscar Quintana perdieron equilibrio y quedaron a expensas de secundarios como Urtasun y Llompart. Sólo la irregularidad y los problemas del conjunto de Fisac para encontrar buenas posiciones para sus pivots evitó que el marcador se disparara por encima de los diez puntos y sentenciara la victoria antes de tiempo. La pelea era desigual. En los locales todos los exteriores estaban enchufados, hasta cinco jugadores repartiéndose la anotación, mientras que en el Meridiano sólo Katelynas imponía algo de respeto a la defensa vallisoletana. Su flamante fichaje, el ex Prokom Pape Sow, no sólo pasó inadvetido sino que no aportó más que faltas a los de Quintana.
Para colmo, el último recurso esgrimido por el técnico visitante, una defensa zonal sin fe ni intensidad, acabó por ponerle la puntilla gracias a tres triples consecutivos de Chase, Van Lacke y Diego García que dispararon la ventaja hasta los veinte puntos (77-57, a 4:45).
La victoria, cuarta en el último mes, estaba tan cantada que hasta Fisac tuvo tiempo de hacer un último guiño sacando al campo a Davichu Ortega, su duodécima ficha.
FICHA TÉCNICA
81.- BLANCOS DE RUEDA: Dumas (14), Van Lacke (17), Diego García (8), Barnes (6), Battle (7) -cinco inicial-, Baldo, Báez (4), Isaac López (8), chase (17) y Davichu Ortega.
64.-MERIDIANO ALICANTE: Avdalovic (4), Urtasun (13), Stojic (10), Katelynas (16), Sow -cinco inicial-, Andriuskevicius (4), Llompart (9), Rejón (2), Cazorla, y Kyle Hill (6).
Árbitros: Mitjana, Conde y Martínez. Eliminado Andriuskevicius.
Parciales: 22-15, 26-23, 14-17 y 19-9.
Incidencias: Decimoctava jornada de la Liga ACB, primera de la segunda vuelta. Polideportivo Pisuerga. 5.750 espectadores.