Carlos Robles, durante la entrevista con valladoliddeporte.es FOTOS Mariano González.
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Voleibol  |  Árbitraje

Robles: "Quiero pitar unos Juegos Olímpicos"

25 de Septiembre de 2014
Imagen de itorres
Escrito por
Iñigo Torres

Carlos Robles es el único árbitro internacional de Valladolid dentro de los diez que hay en España. Dice que le gusta aprender y mejorar. Acaba de aterrizar de un curso internacional de árbitros en Japón donde ha aprendido mucho de los mejores. Ahora necesita tres firmas "very good" en tres partidos diferentes en los próximos tres años para confirmar su título "Te garantizan un mínimo de diez partidos en tres años. Falta el paso de la experiencia, que te vean en la cancha en un partido oficial internacional para darte el nombramiento".


A pesar de la satisfacción de ser uno de los cuatro alumnos que han pasado el curso con la máxima nota de los 20 candidatos, reconoce que ha sido muy duro. Largas jornadas de 12 y 14 horas diarias durante una semana, con exámenes diarios, escritos y orales, un nivel de inglés muy alto y una exigencia máxima. "La FIV busca gente muy preparada, con una capacidad de decisión importante y con las ideas claras.


En cuanto a la posible "preselección" de los candidatos a árbitro internacional, cuenta que de los cinco árbitros de Japón que había en el curso ya sabían que iban a pasar por Tokio 2020. "El resto, a la expectativa. También había un árbitro de Arzebayán, por el que había predilección porque ese país está emergiendo a nivel voleibol. El nivel político es muy importante, Agustín Martín está muy bien posicionado. A mí me han dado un trato exquisito, pero se me ha exigido más, también aprendí más", dice.


Cosas a mejorar


Ha visto y aprendido mucho, en especial cosas que aquí no se aplican. "Que las nuevas tecnologías son primordiales. En España no se ha introducido todavía, pero están para ayudar y evitar dudas y problemas en un partido. Lo que más me ha sorprendido es la función del árbitro como tal. Es la máxima autoridad, por eso buscan gente con gran capacidad de organización y de decisión y los cursos son tan duros", explica Robles.


Alaba que el nivel de arbitraje en España. "Es bueno, pero que habría que mejorar algunos conceptos, como nivel de juego. No inventemos cosas, pitar las faltas claras", afirma. "La carencia es la improvisación y no es bueno". En Japón todo está calculado, saben lo que quieren y trabajan para ello, por lo que asegura que "se debe evitar esa improvisación, debe haber ese cambio de mentalidad en Castilla y León y en España".


Carlos Robles opina que falta de formación en base: "hay un déficit importante de mi generación a la siguiente, no hemos sabido llenar ese hueco". Precisamente cuenta que lleva un año hablando con el presidente de la federación regional para sacar un proyecto para la formación de árbitros. "Es más importante mi experiencia como árbitro aquí, me he ganado el respeto de todos los equipos en Castilla y León. Nadie me ha regalado nada", asegura.


Sus comienzos


A sus 37 años, este palentino afincado en Valladolid, celebra su temporada número 23. Recuerda sus comienzos en el colegio o cómo en 1991 se celebró la Olimpiada de la Juventud, previa a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, con sede de voleibol en Palencia. José María Sánchez Gonzalo le propuso sacar el título de árbitro con 14 años, pero no tenía edad suficiente. "Ya con 18 años, con mi primo Julio, nos tomanos más en serio esto del arbitraje".


A pesar del tiempo, tiene tres partidos grabados en la mente: Un partido de la Selección junior en Palencia, un España-Irán amistoso con 24 años; el debut en Superliga en Soria con 32 años y temporada pasada, las semifinales de Superliga en Logroño Murcia-Murillo. ¿Y el peor? "El peor en Venta Baños, un campeonato juvenil. Hubo un lío por un error de un balón con una entrenadora, que creo que se sacó de contexto". Eso te lleva a veces a pensar "esto no me compensa. Se te pasa muchas veces por la cabeza, es una sensación desagradable, con insultos, porque no se conoce el reglamento, pero hay que saber sobreponerse a esas situaciones", reconoce.


A este árbitro internacional, también triatleta -que ha perdido dos kilos en su estancia en Japón porque la comida es muy diferente-, que cuenta con el apoyo de su mujer, también de mundo del voleibol, y asegura con ilusión que todavía le queda algún reto para el futuro. "¿Retos? Muchos. Quiero pitar unos Juegos Olímpicos, hay que ir a lo máximo", finaliza.