Un ojeador de lujo en el Pepe Rojo
Como un buen bróker de bolsa, Bryce Bevin está muy atento a los movimientos y evoluciones de sus activos. Para no perder detalle de nada, el seleccionador nacional se ha desplazado hasta Valladolid, una de las siete zonas de España con el rugby consolidado, como explica, para hacer un seguimiento de primera mano a todos sus posibles pupilos.
Bevin, que alargará su estancia en el Pepe Rojo hasta el domingo para ver en acción al Cetransa en su compromiso copero ante el Cisneros, se instala en Valladolid con el objetivo de identificar jugadores desde infantiles hasta senior en rugby 15 y para compartir ideas con los entrenadores y árbitros de la zona.
El combinado nacional tiene a la vista dos Test Maches en Namibia ante Zimbabue y la selección anfitriona los próximos días 13 y 17 de noviembre y el seleccionador quiere asegurarse de que los que vayan estén bien. Los duelos africanos supondrán una estupenda piedra de toque que Bevin espera solventar con un resultado positivo, aunque recuerda que el equipo está en fase embrionaria con el cambio de entrenador y debemos trabajar muy rápido para que el grupo se una lo antes posible.
El técnico neozelandés destacó el potencial que atesoran los dos equipos vallisoletanos. Hay un grupo de seleccionables en el VRAC que tiene mucho potencial, pero que todavía no están para ser internacionales. Estoy trabajando con ellos para que tengan más influencia en los partidos, analiza Bevin que, por otro lado, se mostró un admirador de la delantera colegial: En el Salvador yo identificaba muchos jugadores en la delantera que me gustaban mucho, cuando los veía con Getxo y La Vila. Son jóvenes y con mucho potencial, pero llevo poco tiempo y hasta que no esté seguro no van a estar.
Bryce Bevin sigue trabajando para lograr hacer un buen papel en el Campeonato de Europa de Naciones 2013-2014, valedero para la Copa del Mundo de 2015. Una meta que ya tuvo en su anterior etapa como seleccionador nacional, cargo que ostentó entre el 1993 y 1997, con la que el técnico encuentra varias diferencias: El perfil es diferente. Hay muchos extranjeros profesionales, algo que antes no ocurría, y muchos de ellos son seleccionables. Además hay una serie de jugadores españoles jugando en países donde podrían ser profesionales, como en Francia o Inglaterra, explica.
Lejos de recelar de los éxitos del Rugby 7, el seleccionador nacional ve positiva su influencia para el deporte del balón ovalado: No es un problema, es un lujo. El Rugby 7 es una ventana internacional. Además es una modalidad más fácil de desarrollar y nos viene bien en España. Pueden convivir perfectamente, asegura.