41-11: Tampoco a la cuarta

No partían con el cartel de favoritos pero la ilusión por conseguir el último gran trofeo que falta en las vitrinas hacían albergar esperanzas en la expedición del VRAC Quesos Entrepinares. Y más cuando a los dos minutos Griffiths aprovechaba el primer golpe de castigo para adelantar a su equipo, 0-3. Pero como si de un combate de boxeo se tratara, el primer golpe del rival no dejó noqueado al Direito. Todo lo contrario. El conjunto luso despertó de la siesta y comenzó a practicar su juego a la mano, que se convirtió en una pesadilla para el Quesos durante el resto del encuentro.

A los doce minutos Direito ya había empatado el encuentro con un golpe de castigo que pasó entre palos Malheiro y tan sólo seis minutos más tarde llegaba el primer ensayo, obra de Sousa, en una buena circulación a la mano de los portugueses. Un drop pasado por Griffiths en el minuto 24 devolvió la ilusión al medio centenar de aficionados vallisoletanos desplazados a Lisboa. Pero fue un espejismo, porque de un nuevo ensayo de D' Orey, tras romper por el centro de la defensa quesera, supuso el principio del fin para el conjunto español, 17-6.

Para colmo, apenas unos minutos después llegó la primera de las dos lesiones graves del Vrac. Alberto Blanco se tenía que retirar con una más que probable lesión grave de rodilla. Entraba en su lugar Alberto Pastor, quien en la segunda parte era retirado en camilla con fractura de cúbito y radio de su brazo izquierdo. Dos nuevas bajas para arrancar el 2014.

Antes del descanso llegó el tercer ensayo luso, que fue tal vez el que más dolió en el seno del Vrac. Una falta en la línea de 22 trajo un desorden tal en el equipo a la hora de colocarse en defensa que Pedro Leal sólo tuvo que tocar el balón con la bota y abrir a su izquierda para que Malheiro se tirara en plancha en el 24-6.

En la segunda parte los cambios no hicieron variar el panorama. De hecho, a los 60 segundos de la reanudación, un nuevo golpe de castigo para Direito ponía el 27-6, antes de la lesión de Alberto Pastor. Fue entonces, con todo ya perdido, cuando Vrac se fue a por el ensayo del honor, pero de primeras solo consiguió una pérdida en el centro del campo, que Mendes convirtió en el 34-6. Un resultado que comenzaba a ser de escándalo y que en ese momento era la derrota más amplia de un equipo español en una Copa ibérica.