3-31: Un Emerging de dos caras deja volar los puntos de Pepe Rojo

En un partido con dos caras bien distintas de El Salvador Emerging los puntos se van lejos de Pepe Rojo, tras la clara victoria del CRAT A Coruña. 

En la primera mitad los hombres de Sanzo parecían confirmar las buenas sensaciones que habían dejado en el paladar chamizo el partido ante Uribealdea, plantando cara y con un juego dinámico, pese a ceder el control del terreno a los gallegos durante bastantes minutos. 

Pese a la Intensidad defensiva en la primera parte, dos fallos puntuales fueron bien aprovechados por los jugadores del CRAT para ensayar en sendas ocasiones (minutos 9 y 20), la segunda en posible fuera de juego (0-12). 

Se mostraban como un animal herido los colegiales, arremetiendo con más ímpetu tras cada marca coruñesa. Llegaron los de Sanzo en varias ocasiones a la 22 rival, aunque pequeñas imprecisiones privaron al Emerging llegar a la línea de marca. Las buenas acciones de ataque tuvieron recompensa en el minuto 27, con un golpe de castigo que Pablo Silva pasó entre palos de forma certera, colocando en ese momento el 3-12 en el electrónico.

El CRAT se quedaría con 14 jugadores en los últimos 10 minutos de esta mitad, pero El Salvador Emerging no fue capaz de aprovecharse de esta situación, no moviéndose el marcador antes del paso por vestuarios.

La otra cara del filial chamizo llegó en la segunda mitad. El cansancio y la falta de numerosos jugadores –hasta 8 bajas entre lesionados, concentrados con la sub’19 y convocados con el equipo de División de Honor- empezó a hacer mella, y el juego del equipo se resintió.

Muy planos los hombres de Sanzo en los segundos 40 minutos, con bastante posesión pero prácticamente nula productividad. Además, el CRAT continuó en forma similar a la primera parte, aprovechando los errores de los locales, para irse en dos ocasiones hasta la zona de marca blanquinegra, colocando en el ecuador un claro 3-24 en el marcador.

Varios ataques infructuosos en el último tramo de encuentro por parte colegial sirvieron de preludio para la sentencia definitiva de los gallegos, que llegó tras un nuevo error de la zaga pucelana, situándose así el 3-31 del final en el electrónico de Pepe Rojo.