Juan Carlos Pastor y Pedro Alonso
Juan Carlos Pastor y Pedro Alonso

SE MARCHA UN MAESTRO

Pedro Alonso | Periodista
5 de Enero de 2013

Dieciocho años al frente de un equipo dan para mucho y más si encima vienen acompañados de grandes éxitos. Juan Carlos Pastor, entrenador del Cuatro Rayas Valladolid, ha pasado toda una vida al frente de SU club, en el que se hizo un grande del mundo del balonmano, y del que hoy se ha despedido, aunque hasta junio siga vistiendo los colores vallisoletanos.

Su currículum lo dice todo: dos veces Campeón de la Copa del Rey (2005 y 2006), Campeón de la Recopa de Europa (2008), subcampeón de la EHF y Campeón de la Copa Asobal. Amén del título más importante con que cuenta la Selección Española de Balonmano, el Campeonato del Mundo conseguido en Túnez en 2005.

Juan Carlos Pastor sólo ha conocido dos clubes en su larga trayectoria deportiva, su equipo de toda la vida, el San Viator, en el que creció y aprendió todo lo que sabe de este deporte, que es mucho, y el Balonmano Valladolid, que le estará siempre eternamente agradecido, por haberle elevado a la categoría de grande.

Con él se marchan un estilo, unas ideas y una filosofía del balonmano que le ha encumbrado y con el que jugadores, entrenadores, presidentes, aficionados y periodistas, hemos disfrutado en esta ciudad. Los éxitos del BM Valladolid le pertenecen. Muchos han sido los nombres que han pasado por sus manos. Los Sierra, Gurbindo, Entrerríos, Ávila, Garabaya, García Parrondo, Juanín, Perales, Davis, Raúl González… que han tenido o tuvieron la gran suerte de coincidir con este enamorado del balonmano, ya fuera a nivel de club o en la Selección Española.

No dar un balón por perdido, ir partido a partido, una defensa con su “guardia pretoriana”, el portero-jugador en las inferioridades, y tantas y tantas jugadas que el “ mago Pastor” se ha ido sacando de su chistera y con las que se ha ganado el respeto y la admiración de todo el mundo del balonmano, no se verán más en Huerta del Rey a partir de junio, por lo menos con su presencia física en los banquillos pucelanos, porque lo que está claro es que su legado quedará para siempre en el corazón de los vallisoletanos.

He tenido el privilegio de compartir con él muchas ruedas de prensa, entrenamientos y partidos del Club Balonmano Valladolid, y solo puedo decir una cosa:

Gracias Juan Carlos. ¡Mucha suerte en tu nueva aventura!