ROMPIENDO BARRERAS

Charlie Carballo | Aficionado
28 de Julio de 2010

Una amiga me habló hace tiempo de la posibilidad de presentarme este año a la convocatoria de los premios romper barreras, que lo que dan importancia es a cómo ayuda la tecnología en la vida de las personas discapacitadas.


La verdad es que en mi estado hay otras ayudas que tratan de hacerme la existencia más fácil, pero enseguida tuve claro que quería optar al premio hablando del programa informático “predwin”, pues estoy convencido de que él ha sido la ayuda tecnológica que más me ha servido en mi situación como persona incapacitada.


Mi patología tiene el nombre de “síndrome de cautiverio”, que lo que más o menos viene a significar es que el cuerpo se convierte en una especie de prisión para los pensamientos que están encerrados dentro de él, pero lo que hago gracias al “predwin” es escapar de ese cautiverio. Por ejemplo, este texto lo estoy redactando gracias a este programa informático, con lo cual lo que al fin y al cabo estoy haciendo es que mis pensamientos escapen de su cárcel y que puedan ser leídos por todos vosotros.


También uso frecuentemente este programa informático para escribir miles de correos electrónicos que a mí me gusta decir que es lo más parecido a tener una voz que se escucha en el mundo exterior.


Cuando alguien se presenta a un concurso lo hace con la intención de ganar, y evidentemente ese es también mi deseo.   
   
Voy a tener la tremenda osadía de aprovecharme de la oportunidad que me brinda Valladoliddeporte.es para pedir vuestros votos, pues la votación es la forma elegida para evaluar los trabajos presentados.


La página web se llama www.premiosromperbarreras.es


Dentro de ella está la opción de candidatos, y allí se encuentran expuestos todos los trabajos presentados. Yo me llamo José Carlos Carballo, a pesar de que todo el mundo me conoce como Charlie.


Si se quiere ver cualquier proyecto tenéis que pinchar en más de cada candidato, y para votar un trabajo (espero que sea el mío), pinchar en votar y allí pedís una contraseña (que no tiene nada que ver con la propia de cada uno, sino que tan solo es una clave para el control de votos). Ellos os la envían a vuestro correo electrónico, y con esa clave ya podéis votar.


Lo que sí que me ha quedado grabado en mi cabeza tras la visión de todos los trabajos presentados allí (tanto en la modalidad individual como en la colectiva) ha sido que somos muchas las personas que dependemos de alguna ayuda para que nuestra vida sea mucho más fácil de lo que lo sería sin estos avances tecnológicos.


Gracias a todos.