NO HAY MAYOR DESPRECIO...

David de la Fuente | Diario de un aficionado
5 de Abril de 2010

Nos visitaba el Villarreal, equipo que no nos había marcado ni un solo gol en sus anteriores visitas a Zorrilla. Parecía un partido idóneo para volver a creer en nosotros mismos, un partido para ganar, para coger tres puntos y por qué no decirlo, un partido para resucitar, y nunca mejor dicho en Domingo de Resuserrección. Creo recordar que Onésimo dijo esta semana que no se puede enterrar a quien todavía respira… ¿tenemos cerca una bombona de oxígeno? porque la vamos a necesitar. ¿Y la fe?, qué triste que en Valladolid perdamos la fe en Semana Santa.


Hoy quería sentirme como un niño y volver a aquellos tiempos en los que todavía creías que si cierras los ojos y piensas en algo fuerte, fuerte, se cumple. Eso hemos hecho casi todos los que hemos ido al campo. Hemos sido niños, hemos cerrado los ojos y olvidándonos de todo lo ocurrido ya no sólo durante la semana, sino durante toda la temporada, no diré desde el minuto 1, sino desde el 3 y medio (es que he mirado el reloj) hemos gritado “Pucela, Pucela”.  Luego ya, viendo lo que hemos visto, es que se te quitan las ganas.


Hay un dicho popular que reza “querer es poder”, que a mí me gusta más que el “yes, we can” de Obama, pero significa lo mismo. Pues parece que ni queremos, ni podemos. Significativas las declaraciones de Borja al final de la 1ª parte a la periodista de la Cadena Cope Henar Valerio, en las que decía “sangre, nos falta sangre, como toda la p… temporada”. ¡Qué mejor resumen!


Aplausos, pitos, silbidos, gritos de ánimo, y algún insulto… esto es lo que ha salido de la grada. Estoy de acuerdo con los aplausos, los pitos, los silbidos o los gritos de ánimo, pero nunca con los insultos, aunque alguno se los pudiera merecer (por cierto, las madres de los jugadores no tienen la culpa…). Dice el refranero castellano que no hay mayor desprecio que el no hacer aprecio, y espero no volver a apreciar en Zorrilla al que lleva unas botas rojas.


Hablando de aplausos, hemos vuelto a ver a Joseba Llorente que siempre es una alegría, ¡qué tiempos aquellos en los que teníamos un delantero que metía goles! Quién no recuerda sus palabras en el balcón del Ayuntamiento “Presi, no me vendas” el año del ascenso. Debe de ser lo mismo que se oye ahora por los pasillos del estadio. ¿Sería hacer mucha leña del árbol caído hacer una comparación del Valladolid de Llorente con el Valladolid de Manucho…? bueno, para otro día.


Próximo partido vamos a Tenerife, luego viene el Sevilla, vamos a Málaga, vamos a Gijón… nuestro propio camino del Calvario, pero para alivio de los abonados de estos 4 partidos, sólo uno es en casa, y además martes y 13.