NERVIOS

Apenas llevamos una docena de partidos de Liga y los nervios están a flor de piel. La exigencia de la competición y, también, la autoexigencia de un club que quiere y debe estar en Primera hace que la gente haga y diga cosas que son producto de los nervios.

La derrota del equipo en Vallecas ha hecho daño, pero puede hacer más daño las declaraciones de unos y otros tras el partido. La rueda de prensa del técnico Antonio Gómez "en caliente" confirmó que hay mucha tensión dentro del vestuario. Falta de humildad, dudas sobre la necesidad de ser primero o sexto, a vueltas con el presupuesto, son frases que no ayudan a calmar el ambiente y a cambiar el ánimo de los aficionados.

Pero tampoco ayudan las palabras "en caliente" del presidente Carlos Suárez en el mismo recinto madrileño. Falta de huevos, menos tiqui-taca, la misma historia fuera son cosas que se deben decir de puertas para dentro si el mandatario vallisoletano no quiere que la grada se vuelva contra el equipo como ocurrió el pasado año.

Pero tal vez lo más grave es que 48 horas después seguíamos a vueltas con lo dicho por Gómez y Suárez, salpicado con las palabras matinales de Oscar González por su falta de minutos. Ya sabemos todos que la Copa es casi historia pasada, salvo que los chavales den la campanada, pero al menos hubiera sido bueno y hacer la previa como mandan los cánones del fútbol: "lo vamos a intentar", "nada es imposible", fútbol es fútbol", etc.

Y en medio la prensa, que quiere lo mejor para el Valladolid pero que tal vez también tenemos en el foro interno la obsesión por el ascenso. También nosotros tenemos que cambiar el chip pero que nadie dude de nuestro compromiso con el objetivo común.