MISMO RASERO

Iñigo Torres | Periodista
10 de Mayo de 2015

Este fin de semana los campos de fútbol de Castilla y León se han quedado huérfanos de jugadores. La razón, la huelga convocada por la Federación Regional por las medidas del Gobierno para regularizar la situación laboral de los entrenadores y asistentes del fútbol base.



En este ocasión no hablaré como periodista sino un entrenador que hace unos años vivió una situación similar, con una jornada de huelga en la competición escolar de Valladolid. Además, en aquella ocasión la supuesta "regularización" llegó por una denuncia previa de 'alguien' convencido que los entrenadores se forraban y que le costó una sanción a varios centros escolares y varios juicios, algunos de ellos todavía en proceso.


Con estos antecedentes creo que queda claro mi total apoyo a los entrenadores y asistentes del fútbol base, no así a sus dirigentes. Escuchar al presidente regional, Marcelino Maté, pedir un trato "diferente y singular" para su deporte no hace sino provocar enojo y mi rechazo más absoluto. ¿Por qué el fútbol es diferente a otros deportes?, ¿por qué en su día el fútbol se escondió cuando se criminalizó al deporte escolar?


Tal vez la razón de esta huelga no esté en la base sino en la guerra que mantiene Villar con Cardenal, donde parece claro que todos tienen más cosas que esconder que enseñar. No soporto la prepotencia de los gestores del fútbol, ayudados por el sirvilismo de los medios de comunicación y por el mal entendido poder que tiene el 'deporte rey' en la sociedad española.


Reclamo un trato "diferente y singular" para TODO el deporte base, donde los entrenadores no sean perseguidos por recibir una gratificación que sirve para hacer frente a UNA PARTE de sus gastos por kilómetraje, comidas o simples atenciones a sus chavales. Reclamo una ley del voluntariado en TODO el deporte, donde se puedan regularizar los dineros que mueven los clubes, sin que eso signifique castigar aún más las maltrechas arcas de las entidades modestas.


Me temo que esta huelga sólo va a servir para dejar a los niños sin su esperado partido del fin de semana y poco más. La ley seguirá ahogando a los más débiles y la Federación seguirá buscando el apoyo de los medios para desviar la atención y no dar cumplida cuenta de sus números. Es de hecho, la única federación que dijo NO NECESITAR la subvención del CSD... Pues que den ese dinero a su fútbol base.