David de la Fuente
David de la Fuente

MALOS PRESAGIOS

David de la Fuente | Diario de un aficionado
1 de Febrero de 2010

Son las 4 de la tarde y me da una pereza tremenda subir al estadio, pero me digo “venga, que hoy sí, que si no ganamos al Almería…”. Pero con lo bien que se está en el sofá, con la calefacción puesta… mira qué frío hace, seguro que nos helamos y para ver lo que vemos últimamente… pero qué digo, si al final subo siempre.


Cojo mi kit de aficionado, gorro, bufanda, guantes, bandera, y por supuesto la manta morada que me han regalado este año los Reyes Magos. Según me voy preparando me voy animando más y me tarareo a mí mismo “Vamos mi Pucela, vamos campeón. Laa, laa, laa. Laᅔ.


Malos presagios. En la calle García Morato a la altura de los cines Broadway frenazo, crash, golpe y a hacer papeles los dos coches de delante; y en el puente accidente múltiple y cuatro coches en cadena… esto ya pinta muy mal, y no hemos empezado el partido.


“Vamos, vamos que hoy ganamos”, “venga, que sí, que hoy toca”, coincidimos todos. Y llega el cenizo de turno, el que se sienta justo detrás de mí y ya tiene que tocar las narices. No le hacemos ni caso hasta el minuto 3, que no la olemos y parece que le vamos a dar la razón.


El resto, ya lo conocéis por las imágenes, las crónicas, las emisoras de radio; y entre tanto, por si fuera poco, ha llovido, al principio sólo pinteaba para caer más fuerte después; parece que deja de llover, y usando una frase hecha “negros nubarrones se ciernen sobre Zorrilla”  negros nubarrones, que nos ha granizado y todo… pasamos frío, los pies ni los sentimos, pero “Haris, Haris” y puntito para casa.


¡Con qué poco nos conformamos! O quizá ya no. Desencanto, cabreo, murmullo en los las escaleras. Unos piden la cabeza de Mendilíbar, otros dicen que no es el culpable y que es el único que nos puede sacar de ésta… en fin; que vuelvo a casa con mucho frío y lo mejor de la tarde es al llegar a casa, un café bien caliente, con unos sobaos pasiegos y dentro de 15 días, otra vez darán las 4 de la tarde con una pereza terrible, pero no faltaremos.