LA MILLA ISAAC VICIOSA SE CONSOLIDA
Corren, como todos sabemos, tiempos de una profunda crisis, y eso se nota en todos los ámbitos de la vida. El atletismo no es un mundo ajeno a ello y a pesar de esto, la carrera de ayer en la Acera de Recoletos nos dio motivos de esperanza.
Empiezo por los más pequeños. Fueron casi 400 críos y chavales los que, en vez de estar comiendo chuches o perdiendo el tiempo, animados por sus padres, cogieron sus zapatillas y se animaron a correr la milla. Es una buena señal, un buen dato para anirmarnos a todos de que, por abajo, los jóvenes tienen ganas de practicar nuestro deporte. Quizás el mayor problema llega cuando esos niños crecen y empiezan a ver la dureza de este deporte y la poca exigencia personal, pero eso ya es otro tema.
En cuanto a la carrera absoluta destacar el gran nivel de los participantes y "todos" de Castilla y León, lo cual hacía que el público se vuelque más con un atleta local que no con un foráneo que no conoce absolutamente de nada. La presencia de Gallardo, Higuero y Álvaro Rodríguez nos hizo vivir el pasado, presente y futuro del atletismo de nuestra región. Sólo nos faltó la guinda del burgalés Diego Ruiz, que sí estuvo presente el año pasado.
Creo que el único lunar se sigue dando en el atletismo femenino. El jueves anuciaba su retirada la atleta vallisoletana más importante de todos los tiempos. El hueco que deja Mayte será muy difícil de suplir. Ayer, María Asensio, trás una temporada llena de competiciones, sacó su casta a relucir y pudo ganar en un sprint apretado y eso a pesar de caerse en la última vuelta. Las demás atletas llegaron bastante atrás.