LA MADRE QUE LES ...

David de la Fuente | Diario de un aficionado
2 de Mayo de 2016

Este domingo es el primer domingo
de mayo, y como siempre celebramos el día de la madre, y es que como reza el
dicho “madre no hay más que una”. Al coincidir con el 1º de mayo además se
celebra también el día del trabajo, que suele ser además un día de
manifestaciones y reivindicaciones. Y además este año coincide que juega el
Pucela en casa. Pues bien, si unimos todo esto parece que tendría que haber
habido una conjura en el vestuario del tipo “todos unidos demos una alegría a
nuestras madres y vamos a esforzarnos más que nunca que además tenemos padre
nuevo (el pobre Alberto que no sé si sabe dónde se ha metido)”.


Así que ingenuo de mí, subo otra
vez más con ilusión a Zorrilla. Y ¡zas! Otra vez me siento engañado. ¡No puede
ser! Esto es indignante. No sé qué se habrán pensado estos “niños” que además
se permiten el lujo de hacer gestitos a la grada de desprecio o de pasotismo.
Estaba sentado en mi asiento de Grada Este (reconozco que he tenido que mirar
el carné para saber qué grada es, no creo que me lo aprenda nunca), vamos, la
Preferente B de toda la vida y daba un sol que te hacía cerrar los ojos y te
entraba un sopor. . . que desde luego los jugadores no hicieron que se me
marchara. En fin.


Y comienza el partido, y a pesar del
cambio de entrenador no veo nada nuevo. Imagino que Alberto querrá hacer una
transición tranquila, o un cambio no traumático. . . o lo que es peor, que miró
al banquillo y no vio nada mejor, pero más de lo mismo, y como no podía ser de
otra manera lo que no puedes esperar es que haciendo lo mismo salga una cosa
distinta. Un equipo sin alma, sin ambición, sin ganas, apático total. En 45
minutos fue incapaz de tirar un tiro entre los tres palos, solo se salvó la
jugada de Álvaro Rubio, que le quiero mucho pero si es él el que nos tiene que
llevar a meter los goles mal vamos.


Y claro que vamos mal, que el
Lugo, que con todos los respetos, no es nadie ¡por favor, que estamos hablando
del Lugo! En cuanto apretó un poquito en la segunda parte nos sacó del campo y
no pudimos, no supimos y no quisimos hacer nada para evitarlo. Y llegó lo que
tenía que llegar, el gol. Fíjate que hasta les aplaudimos, por su puesto en
modo ironía con nuestro equipo, y después los pitos y silbidos y gritos de
¡fuera, fuera!


Incluso con todo esto no
reaccionan, parece que les da igual y te quedas pensando ¡La madre que les. . .!  y pensar eso el día de la madre no es un
pensamiento muy positivo. Despotricamos los pocos que fuimos al campo del
equipo, y bueno, cuando en el video marcador apareció que estábamos 7.800 en el
campo casi nos da la risa. Claro, que si lo dice el club pues será verdad
aunque la impresión es que no llegábamos ni a 5.000.


Y ya al final del partido no sé
si decir que la única alegría de la tarde junto al debut de Anuar, que fue una
isla en medio del océano, o casi que ni eso es cuando empatamos. Empatamos en
el último minuto y fallando un penalti injusto, injusto al menos por los
méritos del equipo en los 90 minutos. Lo fallamos y eso sí, estuvo certero y
rápido Roger para quizá darnos un punto que el final de la temporada puede ser
fundamental para lograr el ascenso. . . perdón que se me va la cabeza. Para
eso, para terminar la temporada más mediocre que yo haya visto jamás a este
Pucela de nuestros desvelos. Que pase pronto el año por favor porque si no el
año que viene, eso, les va a ir a ver la madre que les. . .