LA ANSIADA PALOMITA
"Nadie te da nada, sólo tienes que agarrarlo". Un tremendo Jack Nicholson en el papel del capo Frank Costello consigió con esta sentencia motivarme meses atrás. Ahora, doce horas de avión nos separan de nuestro sueño. Una gran estirada.
Desde el principio, es decir, desde que se nos presentó la oportunidad de acudir al Mundial de Sudáfrica, fuimos a por ello. Bregamos con tesón. Nos exprimimos y sacamos energías de donde no las había.
Flower in the ass, maybe. Ensoñaciones de la pubertad que en escasas horas se convertirán en realidad. El trabajo que junto a mi delfín, Alfredo de Isla, acometeré con la mayor de las ilusiones por altas que sean las barreras con las que nos hemos topado y con las que nos toparemos.
El fútbol aglutinará nuestra labor, pero nuestros protagonistas no son los jugadores. Queremos centrarnos en nuestras propias experiencias, en las de los aficionados, en las de los personajes anónimos alejados de los flashes cegadores.
Una palomita arriesgada cuya instantánea puede ser preciosa. Por ganas, que no quede, pues la aventura que nos ha marcado el camino de la selección española hasta la final de Johannesburgo nos impacienta.
Deseamos retratar un país tan peculiar como Sudáfrica. Establecer un puente con España y acercar todas sus bondades a los compatriotas que no tienen la oportunidad de acudir al que esperamos sea el campeonato de nuestro combinado.
La maleta está lista, el libro de ruta programado y la emoción candente. Sólo queda embarcarse en esta travesía, andar con cuidado y recelar de la psicosis y disfrutar al máximo de la que va a ser la experiencia de nuestras vidas. Poco más tengo que contar. Espero que los próximos relatos estén repletos de agradables vivencias. Hasta entonces.
