HASTA EL AÑO QUE VIENE
Se acabó la temporada de balonmano el pasado fin de semana con la disputa de la final four de la Champions Leage. Tengo que confesar que en un principio tenía mis ligeras sospechas de que el arbitraje iba a favorecer los intereses de los equipos germanos, pero afortunadamente la honestidad de los colegiados ha estado fuera de toda duda.
Como no podía ser de otra forma, casi todo el mundo señala la victoria del balonmano de nuestra nación ante el de otros países europeos con la disputa de la final entre dos equipos españoles, pero he de destacar también el grandísimo hecho de que en un encuentro disputado por dos clubes de la liga Asobal, el majestuoso pabellón del Lanxess Arena (con capacidad para casi 20.000 espectadores) estuviese repleto de personas (la inmensa mayoría de nacionalidad alemana), no porque su equipo se encontrase disputando el partido, sino solamente por la oportunidad de poder disfrutar del espectáculo que se supone entre las dos plantillas que han demostrado ser las mejores de Europa durante la presente campaña.
No es que haya viajado demasiado por los polideportivos del territorio nacional donde se practica el balonmano, pero sí lo suficiente como para comprender claramente el porqué de que la EHF elija Alemania como la anfitriona de la final de la Champions Leage. Hace tiempo, yo mismo era de los que criticaban que no se eligiese a España como organizadora de este acontecimiento, pero después de ver el aspecto del pabellón alemán durante el pasado fin de semana, lo tengo muy claro.
Y Valladolid probamente sea una de las ciudades españolas donde más público se acerque a ver nuestro deporte, porque he visto poblaciones donde la asistencia a un partido de balonmano era casi nula.
En la nueva campaña de abonados, el club vallisoletano vuelve a insistir en querer aumentar la masa social. Nada me gustaría más (solamente con que mucha gente encontrase en el balonmano una parte de todo lo que me ha dado a mí sería más que suficiente), pero un incremento en el número de socios se me antoja harto difícil, sobre todo porque cuando el equipo ha logrado su clasificación para jugar la máxima competición europea, la ciudad le ha dado la espalda.
Otro problema atisbo en el horizonte. El BM Valladolid ha anunciado una disminución en el presupuesto de 500.000 euros (que es muchísimo dinero), y creo que un buen número de personas, ni van a comprender ni van a aceptar que el equipo esté lejos de luchar por un tercer puesto en la liga.
Seguramente, el quinto lugar conseguido en la liga Asobal se adecúe más al presupuesto de la pasada campaña, pero para mí mismo supuso una decepción después de que durante toda la temporada se estuviese luchando por la tercera plaza, y acompañado al final de una derrota ante el eterno rival que te deja peor sabor de boca.
Y nada más lejos de la realidad que yo pretenda con mis comentarios querer dinamitar la campaña de abonados, pero las personas que vayan a formar parte de esta familia creo que deben saber que, aunque nuestros jugadores nunca van a escatimar sus esfuerzos, en teoría los objetivos deportivos del club van a ser menores que en los últimos años, aunque lo cierto es que hay razones de sobra para abonarse.
Además, en estos tiempos de crisis, conseguir una masa social amplia y estable es más importante que lo que mucha gente piensa.
Forma parte de este club. ¡No te defraudará!