GESTIONAR UN PROBLEMA

Iñigo Torres | Periodista RNE
5 de Agosto de 2012

Arranca la concentración del Real Valladolid en Mondariz y lo hace con el ambiente enrarecido, después de la decisión del Club de no contar con Bueno, Manucho, Razak, Marquitos, Jorge Alonso y Quique. Djukic cumplió su amenaza y decidió no llevarles a la concentración de pretemporada, a pesar de que apenas hace unos días los dos primeros si entraron en el amistoso ante el Promesas y el técnico parecía suavizar su discurso.

En esta decisión hay un claro aspecto deportivo que nadie puede entrar a cuestionar. Como dice el entrenador en rueda de prensa "le pagan para tomar decisiones" y en su haber o en su debe estará si es acertada o equivocada.

Lo que ya no está tan claro es si la razón es "exclusivamente deportiva" o si hay también un transfondo económico de los dos jugadores, Bueno y Manucho, con la ficha más alta de la actual plantilla y que, además, tenían diferentes contratos en función de la categoría en la que jugaran.

El tercer aspecto a tener en cuenta son las formas. Todo un Real Madrid ha intentando cuidar con mimo casos similares como los de Kaká o Carvalho, deciendo Mou llevarse al brasileño con el equipo a Estados Unidos o dejando al segundo entrenando con el filial, pero siempre hablando muy bien de ambos. Sin embargo, en el Real Valladolid, desde el primer día se decidó apartar a los seis jugadores sin, al menos, mostrar públicamente un intento de solución las negociaciones que se pudieran llevar a cabo para facilitar su salida.

Ese 'pseudosecretismo', matizado días más tarde por el propio Djukic en rueda de prensa, ya provocó que la grada de Zorrilla se posicionara a favor de Alberto Bueno en el primer amistoso de pretemporada. No me quiero ni imaginar si termina la pretemporada, estos jugadores no abandonan el club y los refuerzos que puedan llegar no aportan lo esperado por los aficionados, el caso Bueno-Manucho se puede volver en un arma arrojadiza contra el propio banquillo.