GARRA SÍ, PRODUCTIVIDAD NO
No han sido buenos los resultados de este fin de semana para los equipos vallisoletanos de rugby, excluyendo a Moreras que encadena la tercera victoria consecutiva y se acomoda en la clasificación regional. Hablo lógicamente de nuestros representantes en División de Honor.
El Vrac Quesos Entrepinares se trajo la victoria de Fadura el sábado por la tarde, pero insuficiente para los objetivos marcados por el club de ser segundos y tener el pase definitivo para las semifinales de los play off por la lucha del título de la liga. Dominando el encuentro en el difícil campo vasco, los discípulos del Canas no pudieron conseguir el 'bonus' ofensivo tan buscado en los últimos minutos del encuentro.
Complicado se puso para los vallisoletanos que vieron como era expulsado Montorfano con tarjeta roja y con amarilla Francisco Blanco, dejando al equipo quesero con 13 jugadores. De momento pierden la segunda plaza aunque empatados a puntos con Ampoo Ordizia, rival del otro partido que nos ocupa.
El Cetransa El Salvador se enfrentó este domingo al Ordizia, una mañana que ponía la guinda de otra maravillosa organización del equipo 'chamizo' con la cantera del rugby español. Cerca de 1.400 chavales de categorías inferiores 'ocuparon' Pepe Rojo para disfrutar de partidos y calidad de nuestro rugby. También antes del partido se celebró un homenaje a aquel Salvador de la temporada 90-91 que trajo el primer título a Valladolid en un año redondo donde el equipo colegial sólo empató un partido contando el resto de partidos como victorias y arrasando en la División de Honor de nuestro rugby.
Pero la mañana no iba a ser fácil para los de Juan Carlos Pérez. Muchas bajas en el XV del colegio para enfrentarse a un poderoso Ampoo Ordizia, que con Simpson, Kroll, Perico, Freeman y Huxford, entre otros, era capaz de mover el oval con gran rapidez y acierto. No obstante, no era el día para manejar el balón de forma muy técnica. La humedad del campo por las nieblas de días anteriores se reflejaba en continuos errores en los pases y 'avants' cometidos por ambos equipos a la hora de recepcionar el oval.
La primera parte fue muy igualada y realmente las bajas nos se hicieron notar mucho. Por parte de los 'chamizos' Sale Ibarra se comportaba de forma extraordinaria multiplicándose en diferentes posiciones en el terreno de juego, tapando las carencias de Carter en la posición de apertura. El equipo 'chamizo' estuvo brillante en defensa y sólo un error gravísimo al saque de touch en el minuto 37 hizo que Tudela colocara el primer ensayo del partido y marcando una diferencia de 10 puntos, que Pedro Rodríguez pudo reducir en un golpe de castigo sobre el tiempo cumplido.
La segunda parte comenzó con otro par de errores y Ordizia se fue en el marcador, reduciendo a cenizas el planteamiento para la segunda mitad con un demoledor resultado en el electrónico de Pepe Rojo de 6 a 27. Pero en esas cenizas quedaba algún resquicio del fuego 'chamizo' y avivado por la furia de McDougall el equipo vallisoletano con gran tesón, corazón y espíritu consiguió reducir el marcador. Volvió el 'chami' a empujar los maul, las meles y mover el oval sorprendiendo a los vascos y colocándose a falta de 10 minutos a tiro de ensayo y transformación. Pero no fueron suficientes, ya el partido se durmió con golpes y continuos errores por parte de ambos equipos, de nuevo Tudela volvía a sentenciar el partido con un ensayo colocando el definitivo 20 a 32.
Sin duda las numerosas bajas del XV titular 'chamizo' causó un pequeño desastre global. El esfuerzo de todos los jugadores fue indiscutible y de ahí la confirmación del entrenador vallisoletano a los medios, pero estamos hablando de que jugadores como Díaz, Altés, Fuente o Alvar Molina son jugadores sin minutos en DH y que en determinados momentos sus indecisiones o falta de resolución en jugadas puntuales llevaron a la debacle 'chamiza', sumado a la falta del capitán Feijoo o la lesión de Mamea durante el partido (fue asistido 4 veces), hacían muy difícil luchar contra un equipo bien formado como el que visitaba hoy el césped de la carretera Renedo.
Sin duda lo mejor del partido por el lado vallisoletano fue la pluralidad de Sale Ibarra, moviéndose como un gran comodín y totalmente recuperado físicamente y también la pasión que pusieron los jugadores chamizos en los últimos minutos del partido. Por el lado vasco, el apertura Danny Kroll supo transformar desde diferentes zonas del campo, sumando punto tras punto la victoria para su equipo.