EN NOMBRE DE LOS QUE GANAMOS `LA COMPOSTELANA´
Este año hemos echado de menos a algunos... Especialmente, a Carlos Sastre. Aunque con la nube tóxica originada por ese volcán islandés, bien podría haber estado entre nosotros. Entre la familia que se forma en torno a la 'Vuelta Ciclista a Castilla y León'.
Belorado ha sido, en esta ocasión, la localidad que nos reunió, por vigésimo quinto año consecutivo. Llovizneaba. Pero el calor del reencuentro nos convocaba a todos.
Recogíamos acreditaciones, equipos de radiovuelta y saludábamos a esos amigos que, en la mayoría de los casos, hacía un año que no veíamos. Aunque, curiosamente, sólo nos faltaba rememorar al Miguel de Unamuno del "como decíamos ayer"...
Pero teníamos a otro Miguel, Induraín. Para recordarnos que hay que seguir dando pedales en este deporte, que es de reyes y de pajes, de compañerismo y de entrega.
Quizá en esta ocasión el halo que envuelve al Camino de Santiago, que nos ha auspiciado, ha tenido algo que ver en la buena onda que ha protagonizado la ronda de 2010.
Ondas radiofónicas, televisivas, e internautas... Con las que hemos envuelto, un año más, a los grandes de las cumbres y las contrarelojs, a los sprinters y a aquellos que se ocupan del tráfico, de la seguridad, de los avituallamientos...
Bien es verdad que algunos se han pasado con lo de la comida. La disciplina ciclista obliga a desayunar fuerte, picar entre horas, malcomer, pero eso sí, cenar como reyes ( todo lo contrario a lo que se debe hacer ). Pero es que se hace necesario dar cuenta, también, de las suculencias que la gastronomía de Castilla y León nos ofrece.
Los ciclistas desayunan pasta y toman café antes de la prueba. Otros dan cuenta de setas al cabrales, foie al 'Pedro Ximénez', ensalada de gulas y chuletones que no caben en las bandejas, a la hora de cenar.
Cada uno tiene sus rutinas en estos cinco días que, de algún modo, se asemejan a aquellas convivencias de las que, casi todos, participamos en los años de colegio. Nunca nadie permite que estés solo, siempre que necesitas algo, hay una mano cerca para brindarte el aliento del que precisas. Ya sean una pilas, un bolígrafo o la confirmación del tiempo en el que ha entrado el ganador de la etapa.
Un calor que se ha hecho recíproco, año a año, y que se ha completado con el abrazo al 'Santo', (a Santiago) que espero haya propiciado, en nombre de todos, el hacedor de la 'Vuelta Ciclista a Castilla y León', José Luis López Cerrón.