EMPEZAR LA CASA POR EL TEJADO

Íñigo Torres | Campeonato de España
22 de Abril de 2014
Vaya por delante que esta opinión no puede ser objetiva, ya que he vivido y mamado el voleibol desde que tengo conciencia. Pero eso me duele cuando veo cosas que afectan a mi deporte que se hacen con suma ilusión pero con escaso criterio.

Este jueves comienza en Valladolid el Campeonato de España infantil y cadete de Selecciones Autonómicas. Más de 60 equipos de casi todo el territorio nacional, repartidos en cuatro recintos y durante cuatro días de competición. En definitiva, una gran oportunidad de ver el mejor voleibol de los próximos años, aprender y comparar los diferentes métodos de trabajo.

Una cita que, desde hace meses, preparan con ilusión y esfuerzo lo responsables de la Federación Española, de la Federación Regional y de la Junta de Castilla y León. Sin embargo, no siempre el esfuerzo da los frutos esperados.

Y es que cuesta entender que, a la vez que los equipos regionales disputan sus partidos, en Valladolid se celebra una nueva jornada de la competición escolar de voleibol y se inicia la competición de voley playa. Es decir, los potenciales espectadores de este torneo tendrán que elegir entre sus partidos o "fugarse" para ver el Campeonato de España.

Sé que desde la FMD no se habría puesto inconveniente en el aplazamiento de esta jornada, siempre y cuando se hubiera hecho con tiempo. Sin embargo, los responsables de la organización estaban más "ocupados" en confirmar la presencia en Valladolid de la princesa Doña Letizia que de llenar las gradas de los pabellones.

Me cuentan que ayer lunes se habló de la posibilidad de aplazar los partidos de los jugadores y técnicos que fueran parte de la organización, algo que me parece aún peor. Hubo tiempo de sobra para ver pensado una solución general y no para empezar ahora la casa por el tejado, dando prioridad a unos sobre otros.

Y en medio de este lío el jueves llega la princesa para dar categoría al evento. Una visita de la Casa Real que confirma el valor del Campeonato, aunque sea a costa de tener las gradas a medio llenar y sólo con los propios participantes.