Momento de la salida.
Momento de la salida.

EL RETO DE LOS CORTADOS

Alma Ramos | Periodista
29 de Julio de 2013

No hay nada como trabajar en aquello que realmente te gusta. Yo tengo la suerte de que lo que hago me atrae por partida doble. Por un lado está el periodismo, profesión con orígenes muy románticos que actualmente está siendo castigada con gran dureza, y por el otro se encuentra el deporte. El deporte es mi gran pasión desde que tengo uso de razón y cubrir acontecimientos deportivos para mí es una mezcla de trabajo y hobby.

Quizá por ello, entrevistando a los vencedores del Circuito Solorunners 2012 me planteé el reto de participar en alguna carrera de la siguiente edición. Qué mejor manera para conocer la dureza y la belleza de los circuitos, vivir el ambiente de los atletas, valorar el esfuerzo que supone completar una carrera, evaluar su organización o comprender las razones de aquellos que participan, no para ganar, sino por la propia satisfacción de superarse a sí mismos.

Por unos motivos, con mayor y menor justificación, fui posponiendo mi participación en una carrera hasta que ya no tenía más excusas posibles. Después de correr la 6ª Legua Contra el Narcotráfico de Pajarillos (carrera facilita en la que me pasé la semana siguiente llena de agujetas) y la I Carrera Fiestas de San Pedro de Mucientes (carrera en la que me planteé que quizá no era buena idea correr y que con entrevistar a los vencedores ya estaba bastante bien) me decanté por participar en una más; la de Cabezón de Pisuerga.

Me habían comentado que la de Cabezón era una de las carreras populares de la provincia con más belleza (y dureza, comentario este último que intenté pasar por alto). Ésta, que ha celebrado el pasado sábado su séptima edición, combina todo tipo de paisajes, desde la vegetación por la orilla del río, campos de cereales, senderos de pequeña montaña y algunos metros por el casco histórico del municipio. Pero, sin duda, lo más espectacular de la carrera, en la que se impusieron con claridad Moises Leo (Racing Valladolid) y Belén Pérez (Trotapinares) fue el tramo denominado ‘Senda de Los Cortados’.

La dureza me pareció terrible (aunque en este punto no soy mucho de fiar) pero, y aunque suene contradictorio, después de los 38 minutos y 29 segundos que tardé en completarla (el primer hombre lo hizo en 26:08 y la ganadora en 30:31) me alegro de haberla corrido. Es más, ya estoy pensando en la siguiente cita: la San Silvestre Valoriana, carrera de la que también me han llegado muy buenas críticas.

Por poner un pero a todas estas carreras populares, que cada año son más numerosas y participativas debo citar los costes de inscripción, ya que se ha pasado de unos años de no pagar en casi ninguna prueba a que sea rara la carrera donde la inscripción es gratuita. Tampoco creo que favorezca la reducción de premios. Si antes se subían al podio los tres primeros de cada categoría y el primero de la general, ahora sólo se reconoce a los tres primeros de la general y el primero de cada categoría. 

Son tiempos complicados y a las instituciones y empresas cada vez les cuesta más patrocinar actividades de este tipo. No obstante, y no deberían olvidar, invertir en deporte es invertir en salud.