EL ORGULLO HERIDO
Dos citaciones en blanco han avivado el temperamento de Nauzet. Una de ellas, más dolorosa que un balonazo en la entrepierna. Ayer, ante el Xerez, desató la furia acumulada con brío e intensidad. El premio: un gol y una dedicatoria especial.
"¡¡¡FUERZA PAPÁ!!!", rezaba en serigrafía manual la camiseta que, pegada a su piel, vestía por debajo de la blanquivioleta. Poco importaba la tarjeta amarilla que Piñeiro Crespo iba a mostrarle. Más bien nada, pues, a buen seguro, el padre de Nauzet, convaleciente por problemas de salud, recogería con enternecidas lágrimas la dedicatoria de su hijo. Una mención enérgica que le habrá insuflado renovadas cuotas de fuerza.
Antes de ese tanto, llegado tras un penalti que el mismo cometió al rato de saltar al terreno de juego, Nauzet desterró la abulia que le mandó a la grada. Para muestra... un botón. Mejor dicho una galopada a lo "Speedy González" dirigida a abortar un contragolpe. Inusual en el virtuoso extremo.
El castigo de la platea había surtido su efecto después de que en su último partido en Zorrilla, ante el Numancia, testimoniase una desgana, una galbana sonrojante que adocena el gran fútbol que reside en sus botas.
A Djukic no le tembló el pulso. Lo viene avisando. Sin intensidad, el paraíso de la titularidad se convierte en las tinieblas del graderío. Nauzet lo padeció. Ante el Alcoyano y en la situación más sangrante, en la visita a Las Palmas, su tierra, donde, precisamente, quería rendir una actuación estelar ante su familia y sus amigos.
Pero como bien dice el refranero castellano, "no hay mal que por bien no venga". Djukic, con acierto, ha rebuscado en su amor propio, ha picado su orgullo para extraer lo mejor del extremo canario. Este sábado, ante el Xerez, lo vomitó en forma de actitud, compromiso y un gol que celebró acercando con emotividad Las Palmas de Gran Canaria con el estadio de La Pulmonía.
Un tanto que trasladó su nombre a los titulares y que sirvió para fortificar aún más Zorrilla cuando más negro pintaba. Un gol que ilustra la recuperación del 7, la cual celebró Djukic en rueda de prensa. "Le necesitamos", apostilló el serbio. Sin lugar a duda, Miroslav.