EL MOMENTO DE LOS HOMBRES SIN NOMBRE

Luis Alberto Vaquero | Periodista
10 de Marzo de 2010

Es el momento de los hombres sin nombre, del hombre y el escudo, de la valentía, del coraje y del orgullo.


Quiero creer. Quiero tener motivos para la esperanza. Quiero pensar que sí, que podemos. Quiero mantener viva la fe. Quiero ahora dejar de lado todo lo malo, esas cosas que nos dividen. Quiero mirar hacia adelante. Quiero ser optimista. Quiero tener una visión positiva. Quiero gritar. Sí, lo ha dicho el capitán.


Es el momento de los hombres sin nombre, del hombre y el escudo, de la valentía, del coraje y del orgullo.


Dad la cara, hacedlo con honestidad, sed honrados y no dejéis que el pueblo caiga en el desaliento. Luchad con dignidad, apretad los dientes, sacad la rabia y entonces seréis dignos. Porque colma la paciencia del pueblo la indolencia, la apatía, y la fragilidad del carácter. Por eso, hacedle frente al desánimo con descaro y no caigáis en la tentación de dejaros llevar por la abúlica pasividad. Hacedlo porque…


Es el momento de los hombres sin nombre, del hombre y el escudo, de la valentía, del coraje y del orgullo.


Si mordisteis el polvo, saciad vuestra sed de venganza en el campo de batalla. Sed nobles.  Entregad hasta el último resuello. Sed generosos en vuestra actitud. No escatiméis esfuerzos. Negad la vanidad y no juguéis con los sueños y las ilusiones. Porque si hemos de morir, lo haremos levantando antes la vista al cielo, y habrás entregado el corazón, el alma y el cuerpo. Pero no estáis muertos, aún no.


Es el momento de los hombres sin nombre, del hombre y el escudo, de la valentía, del coraje y del orgullo.