EL MILAGRO DE LOS PANES Y LOS PECES

Julián Rodríguez Santiago | Columnista, ex árbitro internacional de fútbol
5 de Marzo de 2010

Esto es lo que parece lo que está sucediendo con nuestro Balonmano Valladolid. Cada año parece que se pierde potencial deportivo con la marcha de los jugadores más importantes de su plantilla (recordemos la diáspora de jugadores que han defendido los colores del equipo de nuestra ciudad y que se encuentran repartidos por todos los clubes españoles caso de Chema, Iker Romero, Beláustegui, Garabaya, Fis, Muratovic, Gull o Davis por nombrar solo algunos de los más representativos), y cada año el club va creciendo deportivamente.


Este año si se gana al Ademar la próxima semana en casa  seremos casi con toda seguridad terceros en liga (o lo que es lo mismo ser primeros de esa liga B que excluye a los inaccesibles y poderosos Ciudad Real y Barcelona, y  que daría acceso a jugar la próxima Liga de Campeones) y ya estamos clasificados para la próxima ronda de la Champions. Nos tienen tan mal acostumbrados que el día en que  se refleje en la clasificación el potencial económico con el que compite el equipo vallisoletano no lo vamos a entender.


Creo que es justo reconocer el trabajo de un cuerpo técnico, dedicado con profesionalidad a sacar el máximo rendimiento de la plantilla, y el esfuerzo de un grupo de jugadores muy comprometidos con el proyecto deportivo a los que incluso la plaga de lesiones que ha asolado (y sigue asolando)  a la plantilla, no ha hecho mella. Y detrás de todos ellos una directiva que sabe con lo que cuenta y que, con mucha prudencia y sentido común, sigue haciendo disfrutar a la afición de un equipo muy competitivo.


Esfuerzo, constancia y profesionalidad son alguno de los calificativos que pueden ilustrar el trabajo de la plantilla y cuerpo técnico. Quizás no se tenga la brillantez y la fluidez de otros años, pero con los obstáculos que se han tenido que salvar creo que no se puede pedir más.


Los que vivimos otras épocas de zozobra no solo deportiva sino económica que hicieron peligrar la continuidad del balonmano vallisoletano en la elite nacional estamos más que orgullosos del trabajo y de los logros realizados.


Lo dicho, esto parece el milagro de los panes y los peces: cuando parece que tienes menos mas se consigue. Que dure.