El deporte sigue siendo esencial

María Martín Martín | No hay una sola pastilla en el mundo que supere al deporte en propiedades y beneficios
26 de Marzo de 2025

 

Se cumplen 5 años del primer cierre de los centros deportivos en Castilla y León con motivo de la pandemia originada por el virus Covid-19. Digo el primero porque no fue el único; entre marzo de 2020 y marzo de 2021 sufrimos cierres intermitentes que cerraron las puertas de los gimnasios durante seis largos y complicadísimos meses.

Además, en periodos de apertura, asumimos con gran responsabilidad y coherencia el mayor número de protocolos de seguridad para frenar los contagios, desde el uso de mascarilla obligatoria en todo momento, también durante la práctica de cualquier actividad deportiva, al distanciamiento social en todas las actividades y espacios, sistema de renovación constante del aire desde el exterior, trazabilidad completa de todos nuestros usuarios, limpieza y desinfección de material y salas tras cada uso y un largo etcétera que nos convirtió en el sector con mayor control y protección de la salud de nuestros socios.

A todo esto tuvimos que sumar un cambio de paradigma en la mente colectiva de la sociedad que probablemente fue más difícil de superar que el propio coronavirus: El miedo. El sector del fitness en nuestra Comunidad fue el más castigado y demonizado, junto a la hostelería, por las restricciones de aquella época funesta que volvió nuestro mundo del revés, y aun hoy, cinco años después, seguimos arrastrando las consecuencias de una pandemia, y de las decisiones que las autoridades tomaron en aquellos momentos, que expulsó de nuestros centros deportivos a la mitad de nuestros socios… Muchos de los cuales nunca volvieron.

Se nos incluyó como parte del problema, cuando como siempre defendimos éramos parte de la solución. Los gimnasios nunca fuimos foco de contagio durante el Covid, algo que quedó demostrado con datos del propio Ministerio de Sanidad, según los cuales únicamente el 0,6% de los brotes del virus procedía de la actividad deportiva. Pero no sólo eso, sino que la práctica deportiva habitual se posicionó como un elemento clave en las consecuencias y la recuperación en casos de enfermos de Covid, con estudios que demostraron que los pacientes contagiados por el virus que practicaban deporte y tenían una buena condición física lograban un índice de supervivencia 8 veces superior a aquellas personas que llevaban una vida sedentaria. Ocho veces más. No es un dato menor cuando hablamos de tantas vidas humanas.

Los datos avalan y confirman que el deporte es salud. Durante la pandemia los centros deportivos, unidos por una causa común, reclamamos e insistimos a las administraciones en la declaración del deporte como actividad esencial, un reconocimiento que nunca llegó. Como tampoco la receta deportiva, algo que recientemente se ha aprobado en Cataluña y que permitirá a los médicos prescribir a sus pacientes una pauta de ejercicio que constituirá un tratamiento de igual validez al que establece tomar paracetamol 3 veces al día durante una semana. Ojalá cunda el ejemplo en el resto de España.

Y es que la actividad física regular mejora la salud cardiovascular, fortalece los huesos, ayuda a controlar el sobrepeso y la obesidad, mejora la fuerza muscular y la resistencia, aumenta la capacidad pulmonar, mejora el estado de ánimo, ayuda a dormir mejor y proporciona más energía para el resto de tareas cotidianas.

No hay una sola pastilla en el mundo que supere al deporte en propiedades y beneficios.