EL CÁNCER ESTÁ EXTENDIDO
El Club Baloncesto Valladolid, -que no el Blancos de Rueda, que aquí el patrocinador no tiene culpa-, es un enfermo sin cura posible. Las gestores de la entidad, los que en su día pusieron dinero y los que llegaron para "dar rumbo" a la nave, sólo han conseguido que el sueño de muchos aficionados se vuelva a convertir en pesadilla.
Una vez más siento pena por lo que vive este Club. Recuerdo la rueda de prensa de Manel Comas, las palabras de Javier Herrero, la salida de Sunil Bardwaj y muchos otros que se fueron hartos de filtraciones, peleas internas, personajes con aires de grandeza y gente empeñada en hacerlo mal.
Y ahora se repite la historia. La negociación de la posible renovación del técnico sólo ha servido para saber que los gestores deportivos no pintan nada, que el presidente no puede controlar a sus empleados ni a sus accionistas y que hay un medio cercano a la entidad y el resto tenemos que vivir de sus migajas.
Y no me parece mal que El Mundo saque la negociación de Físac. Felicidades a Lolo. Pero me repugna que el Club tenga que salir horas después en defensa del periódico, como si no fueran mayores para defenderse ellos solos, y sacar un comunicado que -casualidades de la vida-, no se remite por el cauce oficial a los medios sino que se cuelga en la web. Se hizo lo mismo con la salida de Barnes y se vuelve a hacer esta vez para, de paso, dejar al jefe de prensa -que lleva meses sin cobrar- con "el culo al aire".
Pues allá ellos con la forma de gestionar la entidad. Pero cuando pidan ayuda para llenar el pabellón, o para seguir al equipo en algún pueblo remoto de la provincia en el mes de septiembre, habrá que recordarles que no a todos se nos trata por igual.
Y dicho esto. Gracias a Porfi por hacernos soñar, y gracias a los jugadores por hacer casi realidad el sueño. Ahora, en mi modesta opinión de inútil periodista y patético aficionado, que pierdan los partidos que quedan, que se queden fuera del play off, que se marche el entrenador a final de temporada y con él muchos jugadores. Entonces veremos si los "responsables" del Club Baloncesto Valladolid siguen estando al frente para algo más que para poner palos en las ruedas.