EL CALZONCILLO DE CRISTIANO

Cuento número 1. Necesito un protector bucal para dormir. Cristiano Ronaldo ya juega con uno. Y ahora leo en la prensa que durante los partidos, “sirve para respirar mejor mientras aumenta su concentración”. ¡Qué flash, Nicolás!

Ojeo el periódico rival, de Madrid, claro. El protector resulta una milonga y el portugués disputó, ante el Atlético, su peor partido. Seguramente, añado yo, por culpa del aparatito de marras. Para estos compañeros de profesión lo que mola es la pulsera Power Balance: “Un holograma incrustado, emite frecuencias energéticas positivas… que le dan más fuerza, equilibrio y elasticidad”. ¡Toma jeroma, pastillas de goma!

Meto con calzador, y aprovechando al personaje, la disputa Cristiano Ronaldo versus utilero del Real Madrid, (con L para que no se enfade nuestra cuidadora del lenguaje) por unas botas amarillas y otras de color morado y naranja. Seguro que uno u otro color no mejora el rendimiento. Porque feas, las botas son un rato feas… ¡Señor, que fútbol el nuestro!

Con tanta tontería, faltaba la meditación en voz alta de un amigo periodista sobre el césped de Zorrilla: “Está fuerte, juega de manera espectacular, es un hijo de… y, encima, está bueno”. Y yo sigo pendiente de un simple protector bucal, CR9 de sus juguetes y sus colores, y mi amigo,… ¿en qué estaría pensando mi amigo?

Recuerdo otras milongas futbolísticas. Aquellas tiritas nasales tan de moda hace unas temporadas. Antiestéticas en principio, ineficaces al final. Sólo las he vuelto a ver en anuncios para roncadores. O esas otras de colores, neuromusculares las llaman, de plena vigencia en los últimos años y traídas por Beckham a nuestro campeonato. El hombre que, antes de Cristiano, promocionó la ropa interior de Calvin Klein.

Así, en los próximos meses, no descartemos la aparición de un nuevo modelo de calzoncillo. Tendrá entre sus aptitudes, digo yo, la mejoría de la capacidad sexual del portador. CR9 lucirá “gallumbos” en las fotos. Y este que escribe, junto al protector bucal, se los acabará comprando.

P.d. Milonga: f. coloq. Engaño, cuento.