EL BAILE DE LAS TELES

Sara García | Cuidando el lenguaje
15 de Septiembre de 2010

Hoy no voy a escribir sobre ninguna palabra en concreto, sino sobre toda una filosofía económica que llevan a cabo las televisiones y que dista mucho de aquella otra más utópica que nos enseñaban en la carrera, basada en el periodismo, el orden lógico de una escaleta, la importancia de las noticias, las 5 W, la pirámide invertida... y otro montón de teorías que "poderoso caballero es don dinero" se ha encargado de echar por tierra.


Uno puede tener su equipo/deporte favorito, y pensar que lo suyo es lo más importante, pero en realidad nos chocaría que un día la sección de deportes del telediario comenzara con pelota vasca solo porque uno de los pelotaris fuera sobrino del director de la cadena, ¿no? Eso se llama prevaricación, o más conmúnmente, enchufe. Bueno, pues en términos económicos más o menos es como el baile de noticias que hacen las televisiones. Es como si en un banco hubiera mucha gente haciendo cola, y el empleado llamase a la última persona para colarse porque va a ingresar más dinero que el primero.


Pero vayamos por partes; la Sexta se hace llamar "la televisión del motor" porque tiene los derechos para dar la Fórmula 1, pero no las motos, que son de TVE, y por eso ni nombra las carreras de motociclismo que va a haber. Todo lo contrario que TVE, que empieza la sección de deportes de un telediario de un jueves con las motos de una carrera que se disputará el domingo. Eso es actualidad...


Lo mismo hace Telecinco que, como ya no tiene la Fórmula 1, ya no nos informa de cuándo podemos disfrutar de Alonso al volante. Ahora se centra en la Liga Europa (antigua UEFA), pero no en la Liga de Campeones, que es de TVE. La 1 lleva semanas anunciando los partidos de Champions, cuando en realidad empezaron ayer. ¿Y qué ha pasado con la Liga inglesa? ¿Ya no juegan? La respuesta es que el año pasado TVE tenía los derechos, pero éste no, y entonces parece que ya no importa qué ha hecho Cesc Fábregas en el Arsenal ni podemos ver los goles de Torres con el Liverpool. Y así sucesivamente en este baile de derechos y televisiones.


Otro caso es Antena 3, que no tiene derechos en propiedad, y presume de dar los deportes como un programa independiente (los saca fuera del informativo), pero en realidad es la cadena que menos minutos les dedica y si me apuras, solo informa de fútbol porque no le da tiempo a más.


Cuatro, filial de Canal +, llevaba días hablando de la posibilidad del título de Rafa Nadal en el US Open, pero TVE tenía los derechos del Roland Garros y Cuatro retransmitió Wimblendon y según pongas una cadena u otra parece que un campeonato u otro es más importante. Esto es un inciso: ¿por qué los pobres que no tienen Canal+ no han podido ver en abierto morder a Nadal el trofeo del cuarto Grand Slam?


Hablando de tenis, siempre relegado por el deporte rey a pesar del gran campeón, es "curioso" ver en la tele un domingo por la noche en que Nadal acaba de ganar, cómo el telediario da primero los resultados de los partidos de fútbol que se han disputado el sábado por la tarde. Otro ejemplo que me dejó ojiplática fue el día de la despedida de Raúl del Real Madrid, los deportes del telediario de TVE-1 empezaron con las motos, después la llegada de Contador a Barajas y como tercera noticia, Raúl. Y esto, a pesar del amplio despliegue que le dedicaron en su página web, lo que demuestra que internet no ha caido todavía en este baile y las teles sí. ¿Quién hace la escaleta? ¿qué pasó de la pirámide? Deben de estar bailando con el poderoso caballero...


PD: La escaleta es una especie de resumen que marca la pauta de lo que va a ser un guión, quién habla en cada ocasión, el orden de las noticias, paso a publicidad...La pirámide invertida es una estructura para organizar la información con datos de mayor a menor importancia, respondiendo a las "5 W": qué (what), quién (who), cuándo (when), dónde (where), por qué (why). Esta estructura trata de mantener la atención del receptor de la información dosificando los puntos de interés, comenzando por el núcleo de la información y después los detalles en orden de mayor a menor importancia.