DÍA 3 DEL PLAY OFF
Hoy es el día. Por fin ha llegado. Hoy sí, hoy me he levantado ya con nervios. En vez de estirarme por la mañana y soltar el típico ¡ahhhhh! Con voz soñolienta me ha salido un ¡vamos Pucela! Que menos mal que no me ha visto nadie, que si no a ver qué iban a pensar.
Como todos los días cojo un traje del armario para ir a trabajar, pero elijo cuidadosamente la camisa blanca y la corbata morada ¡con nuestros colores a todas partes! Los compañeros me preguntan que si estoy preparado para esta noche y respondo con un lacónico vamos a ver qué tal. Se nota la tensión y lo mejor que puedo hacer es centrarme en el trabajo (que por otra parte es lo que tengo que hacer).
A la hora del café veo de nuevo los coches circulando con los colores de la bandera del Pucela. La conversación de casi todo el mundo es el partido de hoy, incluso el de dos señoras que no tienen mucha pinta de futboleras, pero que parece ser que sus hijos llevan toda la semana hablando del mismo tema, incluso una le dice a la otra que no le ha dejado ir a Córdoba al pequeño porque está de exámenes, que cómo es el chaval de despreocupado, como si el Valladolid le fuera a dar de comer. En ese mismo momento me viene a la cabeza que yo estaba en la misma situación hace veinte años, que mis padres no me dejaron ir a Palamós porque estaba de exámenes. Con el tiempo lo agradecí porque logré aprobar. Espero que el hijo de esta señora tenga la misma suerte.
A la hora de comer me cabreo bastante porque voy sintonizando distintas emisoras de radio y en ninguna está el programa local de deportes ¡Vale! ya sé que hay que hablar de la Eurocopa y que las figuras mediáticas de la radio cobran una pasta, pero yo quiero oír las noticias de Mi Pucela. Pues nada, ni la SER, ni la COPE, ni Radio Marca, ni Onda Cero, ni siquiera Punto Radio que ayer sí tuvo programa a su hora habitual, hoy lo han tenido. ¡Qué pasa! que los de Segunda, eso, ¿somos de segunda? Pues parece que sí.
Pero al final nada me quita la ilusión por el partido de hoy. Como un clavo lo estaré viendo. Ya sabemos dónde. Seremos varios de los de siempre que lo veremos juntos y pobres vecinos, lo que van a tener que aguantar, y encima en el súper le han regalado a mi hija una trompeta tipo vuvuzela pero en pequeño que me van a echar del vecindario.
Ya falta menos y los nervios están a flor de piel. Pocas horas para el partido pero con la confianza total en nuestros chicos. ¡Vamos Pucela!