BAILANDO LA YENKA

Alvaro Abril | Ex presidente del VRAC
8 de Noviembre de 2010

El estribillo de esta popular canción dirigía continuamente a los que la bailaban hacia la izquierda, a la derecha, adelante y atrás. El VRAC Quesos Entrepinares acaba la primera vuelta de la División de Honor de rugby lejos, en mi opinión, de donde debería estar. Seguro que hay quien piensa que es el lugar real si nos atenemos a las circunstancias medidas en bajas de jugadores u otros contratiempos que, siendo realistas, suelen ser comunes a todos los equipos que participan en una competición de primer nivel.


La autocrítica es un ejercicio sano que ayuda a identificar errores, dejando a un lado el victimismo que sólo esconde excusas que no suelen convencer. Tuve la oportunidad de hablar al final del partido con el Bera Bera con algunos jugadores y aficionados y no comprendía su satisfacción conformista por una victoria que ni mucho menos tapaba la
enorme decepción de la derrota de la semana anterior en Ordizia.


"Si me dicen al principio de la semana que vamos a quedar así, firmo ahora mismo", fue uno de los comentarios que pude escuchar u otro del tenor de "siempre los mismos, exigiendo demasiado y criticando todo". La respuesta es sencilla: los objetivos se marcan en función de la calidad y hasta ahora, exceptuando el partido de La Vila, no he visto mejor plantilla y más completa que la del VRAC. Con este mensaje lo que quiero transmitir es que hay un margen muy amplio de mejora y que somos mucho más equipo de lo que demostramos las dos últimas semanas. 


Esto no es una crítica sino todo lo contrario. Es un elogio hacia las cualidades de todos y cada uno de los que forman parte de un grupo, respaldado y apoyado al máximo, que puede y debe jugar mejor al rugby. Intensidad, carácter, responsabilidad y compromiso pueden modificar un resultado cuando predomina la igualdad.


El domingo debimos marcar cuatro ensayos y lograr cinco puntos y casi perdemos el partido. Faltaban varios titulares, algunos de ellos importantes, pero no creo que sea lo más adecuado trasladar la presión de una ausencia al sustituto. Eso sí que suena a excusa porque la realidad es a veces muy diferente. 


No hay que ejercitar demasiado la  memoria para recordar el final de la temporada pasada donde pudimos asistir a uno de los mejores "quesos" de los últimos años que ya es historia del VRAC. Lo que pido desde estas líneas es que, entre todos, sigamos haciendo historia disfrutando en la segunda vuelta  de un equipo "casi perfecto", disputando el título de liga hasta la última jornada y olvidándonos de la yenka.