AMBICIÓN, CORAJE Y DON ÁLVARO RUBIO
Una goleada histórica para despedir el año. ¡Qué bien sabe! Sabe a Navidad, sabe a vuelve a casa, vuelve por Navidad, y es que ha vuelto nuestro Pucela, ese que se fue pero que como todo padre espera a su hijo con los brazos abiertos nosotros le seguimos esperando. Y qué narices, aunque era el Barcelona B qué gusto daba ver ese 7-0 en el marcador con los escudos del Real Valladolid y del F.C.B. impresos por debajo.
Para conseguir un 7-0 hace falta algo más que buen juego, hace falta coraje, ambición y alguien que sepa de qué va esto, alguien que lleva 250 partidos jugando con una camiseta blanca y violeta, alguien que su nombre tiene que llevar siempre el Don delante por lucha, elegancia, entrega, caballerosidad, humildad, esfuerzo y trabajo. Era increíble ver cómo con el resultado como estaba, terminando el partido y Don Álvaro Rubio presionando la salida del balón, y claro, los demás si eso lo hace un tío de 35 años que sale a comerse la hierba del campo, cómo no lo van a hacer los demás. Buscábamos un líder en el campo y lo teníamos escondido en el banquillo ¡Ains!
Nos divertimos y mucho, pero también bromeábamos durante algún momento que echábamos en falta esa duda, es intranquilidad del marcador, ese sufrimiento que tenemos siempre en Zorrilla; luego nos miramos y nos reímos porque ¡Ni de. . .! no nos podíamos creer la presión en el centro del campo, la ambición de querer más y más y cómo no, nosotros les acompañamos haciendo la ola, dando palmas, cantando olé y olé. Pfff, qué subidón para terminar el año.
Y cantamos y animamos, y eso que los fondos hicieron huelga de animar. La verdad es que no sé qué pensar. Este país es de extremos para todo y en esto también. Metiéndome donde nadie me llama no sé hasta qué punto la afición de Valladolid es violenta. Tontos los hay en todos los sitios y por supuesto que en Zorrilla también, pero me da que son los menos y es que generalizar en todos los sentidos siempre es injusto. Leía en las redes sociales que el problema era que no les habían dejado entrar con bufandas o pancartas que ponía la palabra Ultra por incitar a la violencia. . . no sé, lo que sí que sé es que en esto como en todo en el medio está la virtud, y con los tontos mira que es difícil acabar. Por otra parte, por qué será que tienen que elegir el fútbol para hacerse ver. Complejo de inferioridad seguro. El otro día decía un amigo que el tamaño del bate de beisbol que llevan es inversamente proporcional al tamaño de su cerebro y a otras cosas. Pero insisto, no sé por qué me da que en Valladolid no pasa, pero como sale en la tele, hala, medidas extraordinarias.
Pero no hablemos de cosas tristes que es Navidad, centrémonos en lo que queda para terminar la liga que el año 2014 ya está hecho. Ahora unos días libres de fútbol, cojamos fuerzas que nos van a hacer falta, cuidemos nuestras gargantas mantengamos el espíritu alegre todo el año. Y con ambición, coraje y una plantilla comandada por el Gran Capitán llegaremos hasta donde haga falta.
¡Feliz Navidad y Aúpa Pucela!
