ABRIL DE 2009

Iñigo Torres | Periodista RNE
25 de Septiembre de 2012

Ahora que todo el mundo está escandalizado por la carta de quince nadadoras de sincronizada, en donde se denuncia el trato y las vejaciones de la ex seleccionadora Ana Tarrés, no puedo evitar recordar y lamentar que una vez más las informaciones de "los pueblos" pocas veces interesan a la "capital".

Y es que fue en abril de 2009 cuando la vallisoletana Laura López Valle anunció que dejaba la selección española y que lo hacía por no soportar más el trato recibido por parte de Ana Tarrés. Fueron varias las pruebas que aportó Laura para mostrar el grado de extorsión que sufrían las nadadoras de sincronizada y las razones que le llevaban a la renuncia a seguir en la elite del deporte que ama.

Valladolid le creyó, y la prensa local se hizo eco de todo lo que había vivido su nadadora olímpica en Barcelona. Sin embargo, los medios nacionales no dieron importancia a un tema "local" de una nadadora "resentida por no haber sido la mejor". Una historia que ya se había vivido en Canarias con Paola Tirados, y con efectos similares a la hora de una repercusión nacional.

Al menos me queda el consuelo de ver que lo que en su día denunció Laura no era "una pataleta" sino el drama de una gran deportista y una gran persona. Y es que quienes conocemos a Laura sabemos que es un ejemplo a seguir, que ahora comparte su amor por la sincronizada con numerosas niñas que quieren ser como ella, olímpicas, campeonas y honestas.

Ahora sólo espero que Laura no sea el chivo espiatorio, por ser una de las pocas que han puesto voz a la carta de denuncia. Los medios nacionales son así, capaces de despreciar una denuncia del extrarradio o de destrozar a una joven si con ello sacan un buen titular. Que hable Tarrés, que lo haga el presidente de la Federación Española, que dé su opinión Gemma Mengual o la nueva seleccionadora. Laura ya habló en su día y no le quisistéis escuchar.