24-25: Respuestas correctas

La ventaja de nueve goles con la que viajaba el Cuatro Rayas a territorio noruego permitía a Juan Carlos Pastor ponerse la bata blanca de científico y experimentar con su plantilla. Su hipótesis fue correcta y la apuesta dio sus frutos. El técnico pidió respuestas a los menos habituales y éstos dieron unos resultados positivos a la oportunidad brindada. En especial, Yeray Lamariano, que disipó en el Terninger Arena cualquier duda sobre la solvencia de la portería vallisoletana.

El eibarrés estuvo sobresaliente bajo palos y desde la primera línea defensiva se convirtió en el encargado de aplacar los ánimos de los escandinavos, que pese ser conscientes de las escasas opciones de remontada existentes, sí que buscaban una victoria de esas que crean simbiosis con la grada. Desde el primer minuto el guardameta se convirtió en un muro para los intereses del Elverum, que chocaban una y otra vez con un inspirado Lamariano, que dio al traste con una posible avalancha inicial.

La renta de la ida permitió a un Cuatro Rayas ordenado jugar sin la presión del marcador. Aun así, la cabeza de los hombres de Pastor estuvo en el partido desde que el crono comenzó a correr, mostrando su superioridad en la pista y en el marcador, gobernando, sin demasiados alardes, un primer periodo al que le faltó la sal de la competición abierta. Con una ventaja de dos goles (10-12) se llegó al ecuador del partido.

Con esa diferencia comenzó una segunda parte en la que ibéricos y escandinavos jugaron al ratón y al gato. Si los vallisoletanos se escapaban, los noruegos exprimían sus recursos para que las distancias no se alargaran. Si eran los hombres del Elverum los que acechaban al tanteo pucelano, el equipo amarillo apretaba el acelerador para que no se les escapara el partido. Ese quiero y no puedo de los nórdicos, que nunca fueron por delante en el luminoso, marcó la mayor parte del segundo periodo. Hasta que en minuto 52 la escuadra noruega mostró su mejor cara y logró empatar la contienda a 22 tantos. Fue en ese momento en el que hicieron su aparición dos de los destacados del partido: Joli y Lamariano.

El extremo francés, que con sus ocho dianas se convirtió en el máximo goleador del partido, sacó su clase a relucir y marcó su territorio con un gol que alejaba el sueño de la victoria a los locales. Con un único color, el morado, en la eliminatoria, lo que quedaba en juego era el orgullo de ambos conjuntos. Eso y mantener un partido más la racha victoriosa en la que vive el Cuatro Rayas.  Para que el equipo vallisoletano continuara con su estado de gracia estaba Lamariano, que volvió a frenar, una vez más los últimos envites del Eleverum, haciendo válida esa ventaja de +1, con la que se llegó al final del partido.

El resultado final de 24 a 25 acredita el pase del Cuatro Rayas a la tercera ronda de la EHF Cup. Además, sirve para sumar su quinta victoria consecutiva. Un triunfo que anímicamente servirá para afrontar con la moral alta el encuentro del próximo miércoles contra el Barcelona Intersport. Una gran cosecha para un partido de trámite.   

Ficha del partido:

24.- Elverum Handball Herrer: Nergaard (p), Aanestad (4), Ojala, Rambo (4), Lindboe (1), Thorsteisen y Stegavik (4) –siete inicial- Refsteth (p.s.), Rinnan, Sundland, Borresen (1), Ronnberg (7), Guillerud (1), Nordberg (2)

25.- Cuatro Rayas Valladolid: Yeray Lamariano (p.), Asier Antonio (2), Krivocapic (4), Gurbindo (3), Joli (8), Cutura (2) y Nikcevic (2) –siete inicial- Sierra (p.s.), Lacasa, Eilert (2), Romero (2), Ávila, Tokic y Alexis.

Árbitros: Arturas Malasinskas y Andrius Grigalionis (Lituania).

Incidencias: Copa EHF. Terninger Arena (Noruega).